Otra ONG de la capital canadiense ha cerrado sus puertas. El Instituto Norte-Sur, que se describe a sí mismo como una «institución no partidista de investigación de políticas dedicado al desarrollo internacional», anunció simplemente que no pudo recaudar suficiente dinero en efectivo.
Bruce Moore, presidente de la junta directiva de la ONG de reflexión, dice que la razón es simple: la pérdida de fondos del gobierno federal.
«No hemos sido capaces de encontrar otras fuentes de financiación en cantidad suficiente para llenar el vacío en el que nos encontramos», dijo en una entrevista telefónica.
«La brecha se produjo porque el gobierno ha rechazado nuestras peticiones financieras.»
Moore dice que el instituto, que ha operado durante 40 años, ha estado en negociaciones durante dos años con la oficina del ministro de desarrollo internacional, Christian Paradis.
Sostiene que supieron hace dos semanas de que su financiación no sería renovada.
En un comunicado enviado por correo electrónico, el Departamento de Relaciones Exteriores, Comercio y Desarrollo dijo que el instituto ya no satisfacía sus criterios de financiación.
Ya han pasado varios años desde que el gobierno conservador federal decidió dejar de financiar a algunos grupos de ayuda canadienses incluyendo a Kairos y al Consejo Canadiense para la Cooperación Internacional.
En aquel momento, en 2010, hubo furia respecto a lo que se consideró como «castigo» por parte del gobierno conservador hacia las organizaciones que eran consideradas políticamente fuera de juego.
Kairos, en particular, fue acusada en un discurso de ser anti-Israel por el entonces ministro de Inmigración, Jason Kenney.
Posteriormente, el gobierno negó que sus acciones estuvieran motivadas políticamente.
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