Reunidos en Francia para la Conferencia de París sobre Irak, unos 30 países se comprometieron con “una ayuda militar apropiada” a Bagdad para luchar contra el Estado Islámico. El comunicado final no aporta más precisiones sobre la forma o la importancia que tomará esta ayuda militar.
“Los participantes en la Conferencia de París afirmaron que el Estado Islámico constituye una amenaza para toda la comunidad internacional”, se puede leer en el texto final de la reunión.

Convocada por el presidente francés François Hollande, quien estaba de visita la semana pasada en Bagdad, la Conferencia de París reunió a los 5 países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y unos 20 países más, incluyendo a Canadá. En la reunión se discutió sobre las problemáticas de seguridad, humanitaria y política que platea el Estado Islámico y de las acciones que hay que tomar.
El Estado Islámico sorprendió a la comunidad internacional amparándose de varias regiones de Irak y Siria, dos países cuyos gobiernos se encuentran debilitados por años de guerra, para declarar la fundación de un califato.
En cuanto a Canadá, que anunció el envío de fuerzas especiales en el norte de Irak en septiembre, podría revisar su decisión en los 30 días siguientes a su anuncio, pero no enviará tropas en los combates. Canadá estaba representado en París por el ministro de Relaciones Exteriores, John Baird.
Así como Estados Unidos, Inglaterra se comprometió en el esfuerzo militar pero sin desplegar soldados en el terreno.

El Estado Islámico por su parte, anunció la decapitación del trabajador humanitario británico David Haines, en el transcurso del fin de semana, un gesto calificado de “acto del mal al estado puro”, por el primer ministro británico, David Cameron.
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