Una operación terrorista sin precedentes se llevó a cabo hoy en Brisbane y Sídney por más de 800 agentes, hizo saber la policía australiana. El primer ministro Tony Abbott habló de “un alto riesgo de atentados terroristas”.
Dirigiéndose a la prensa, el jefe del gobierno explicó que las redadas se hicieron a raíz de informaciones según las cuales extremistas islámicos habían invitado a sus partidarios australianos a cometer “asesinatos en público”.
“El llamado, bastante explícito, a cometer asesinatos en público provenía de un australiano que aparentemente ocupa un alto cargo en la red de apoyo al Estado Islámico. Aquí no se trata de sospechas. Había una intención y es por esta razón que la policía y los servicios de seguridad decidieron actuar como lo hicieron” Tony Abbott, primer ministro de Australia.
Según documentos judiciales que deben ser comunicados en el transcurso del día, el proyecto era de secuestrar a alguien al azar en Sídney, decapitarlo, envolverlo con la bandera del Estado Islámico y filmar la escena, indicó el radiodifusor público australiano, ABC.
Las fuerzas del orden habían sido puestas en estado de alerta “elevado” la semana pasada, ya que Canberra, la capital, temía que extremistas que habían regresado de Irak o de Siria, cometieran atentados.
Cerca de la mitad de los 500.000 miembros de la comunidad musulmana australiana vive en Sídney, esencialmente en los barrios del oeste de la ciudad, donde se llevaron a cabo las redadas este jueves.
La presencia policial fue reforzada en Nueva Gales del Sur, después de las redadas, para evitar problemas.
Las autoridades evalúan en 160 el número de australianos en Irak y Siria, que forman parte del yihad. Unos 20 regresaron al país y son considerados como peligrosos.
Tony Abbott prometió el domingo pasado, participar en la coalición formada por Estados Unidos para combatir al Estado Islámico y enviar 600 hombres a los Emiratos Árabes Unidos para preparar estas operaciones.
La próxima cumbre del G20 debe llevarse a cabo a mediados de noviembre en Brisbane y los ministros de Finanzas del grupo deben reunirse este fin de semana en Cairns. El ministro australiano del Tesoro aseguró que ya se han tomado todas las medidas de seguridad necesarias.
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