La Cumbre Mundial sobre el Clima organizada por las Naciones Unidas comenzó oficialmente este martes por la mañana en la ciudad de Nueva York con la participación de 120 países. Este encuentro trata de reactivar las negociaciones sobre el recalentamiento climático en vistas de la Conferencia de París que se debe llevar a cabo el año próximo en Francia.
Mientras que el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon lanzó un llamado al mundo para que cambien de orientación ante la amenaza creciente que representa el recalentamiento climático, el primer ministro canadiense Stephen Harper decidió no participar en esta cumbre mundial y delegó a la ministra federal del Medioambiente, Leona Aglukkaq para que represente a Canadá.
Esta ausencia le valió las críticas de los partidos de la oposición en Ottawa, de organismos de defensa del medioambiente como Equiterre e incluso del multimillonario patrón de Virgin, Richard Branson.
Los países miembros de la Unión Europea por su parte, por intermedio de Juan Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, se fijaron como objetivo de reducir de un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030. Objetivo ambicioso que se puede hacer sin perjudicar la economía, afirma Barroso.
EscuchePara conversar sobre esta cumbre y la posición de Canadá, Pablo Gómez Barrios conversó con Catherine Potvin, profesora de biología en la Universidad McGill, especialista en Ecología y conservación de los bosques tropicales y miembro de la organización Sustainable Dialogue.
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