Tres soldados mexicanos fueron acusados ayer de asesinato, varios meses después que el ejército mexicano hubiera pretendido haber dado de baja a 22 presuntos criminales en un tiroteo. El incidente se produjo el 30 de junio pasado en San Pedro Limón. El ejército había descrito todo como un tiroteo, pero un testigo habló después de una masacre.
Naciones Unidas había pedido la apertura inmediata de una investigación, evocando posibles ejecuciones sumarias, mientras que la organización neoyorquina de defensa de los derechos humanos, Human Rights Watch afirmaba que se podría tratar de una de las peores masacres de la historia de México.
La versión de los acontecimientos presentada anoche por el procurador general de México, Jesús Murillo Karam, está lejos de esclarecer completamente este incidente. El procurador general había pretendido que solo tres de los ocho soldados presentes entraron en un depósito donde se habían refugiado 21 sospechosos. Él no especifica si los sospechosos se habían rendido o si estaban armados. Tampoco explicó cómo solo tres soldados lograron matar a tanta gente sin que nadie hubiese intentado escaparse. Un sospechoso había sido dado de baja antes.
El experto mexicano Alejandro Hope, se pregunta cómo 8 soldados pudieron enfrentarse a 21 criminales sin perder un solo hombre.
La versión oficial fue puesta en tela de juicio cuando la Associated Press llegó al lugar pocos días después sin notar que hubiera habido un largo tiroteo. Los indicios permitían concluir más bien que algunas víctimas habían sido ejecutadas de un balazo en el pecho mientras que se encontraban de espaldas a una pared.
Una mujer que afirma haber visto todo dijo a Associated Press que una sola persona murió en el tiroteo y que todas las demás –entre las que se encuentra su hija de 15 años- fueron ejecutadas después de haberse rendido.
La mujer afirma que los otros 21 sospechosos se habían rendido y habían salido del depósito donde se habían refugiado, pero que los soldados los llevaron nuevamente al interior. Ella declaró que todos los soldados presentes participaron en la masacre y no solo tres de ellos.
Laa acusaciones formales deberían ser presentadas este miércoles contra los 3 hombres, pero el procurador general de México, Jesús Murillo Karam, no explicó por qué tomó casi tres meses antes de presentar las acusaciones.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.