Desde ayer lunes, la Policía Federal de México, a través de la División de Gendarmería asumió las tareas de seguridad pública en el municipio de Iguala, Estado de Guerrero, acompañados por el ejército, anunció el Comisionado Nacional de Seguridad Monte Alejandro Rubido García. Las fuerzas del orden detuvieron a 22 policía municipales, sospechosos de haber participado en el secuestro de 43 estudiantes hace 2 semanas.
El ejército mexicano procedió al desarme de la policía de Iguala en un despliegue ordenado por el presidente Enrique Peña Nieto, quien asegura que los responsables del secuestro de los estudiantes serán castigados. “En el Estado de derecho, no hay el menor lugar para impunidad”, declaró el presidente mexicano.
El Comisionado Nacional de Seguridad Rubido García señaló que los objetivos prioritarios de la participación del gobierno de la República en este operativo, es contribuir en la búsqueda y localización de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, “para lo cual no se escatimará esfuerzo alguno”, dijo.
Los 22 policías detenidos, que están acusados de trabajar para Guerreros Unidos, un cartel del crimen organizado, comenzaron a ser trasladados “para su evaluación y capacitación” al centro de adiestramiento de la sexta Región Militar en Mazaquiahuac, Tlaxcala y la Procuraduría General de la República examinará sus armas para determinar si fueron utilizadas para cometer delitos.
El fin de semana pasado, fosas comunes fueron descubiertas cerca de Iguala con los cuerpos de unas 30 personas, de los cuales algunos estaban calcinados. Es posible que se trate de los cuerpos de algunos de los estudiantes desaparecidos.
“Lamento muy particularmente la violencia empleada y sobre todo que se trate de jóvenes estudiantes” Enrique Peña Nieto, presidente de México.
La identificación de los cadáveres podría tomar entre 15 días y dos meses. Por el momento, los familiares de los estudiantes desparecidos esperan encontrarlos con vida.
“No queremos creer que son nuestro hijos”, dijo Manuel Martínez, portavoz del Comité de padres, con respecto a los cuerpos encontrados en las fosas comunes.
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