¿Qué es la singularidad tecnológica? ¿Qué propone esta teoría y cuáles son sus posibilidades de realización? En realidad el concepto de “Singularidad tecnológica”, conocida popularmente como “singularidad” a secas, es una hipótesis muy interesante y lindante con la ciencia ficción surgida aproximadamente en la segunda década del siglo 20. Se trata de una teoría que plantea la aparición en un futuro no muy lejano de una inteligencia superior a la de la raza humana producto del desarrollo desenfrenado de la tecnología de hoy.
Jürgen Schmidhuber, un científico que trabaja en un laboratorio de Inteligencia Artificial suizo desarrollando máquinas que aprenden solas, hace un análisis histórico de diversos patrones de conducta de los seres humanos y llega a la conclusión que la singularidad no está muy lejos. Según Schmidhuber, pasando por el Renacimiento y la Revolución Industrial, la historia parece converger en intervalos temporales, cada uno la mitad del previo. De esta manera, según el investigador, en el año 2000 se llegó a un punto donde las computadoras personales impulsaron una nueva revolución industrial. Para él , el siguiente paso es la llegada al punto Omega, en el año 2030, que es el punto donde “Todo” converge en lo que algunos llaman la singularidad.
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Otros investigadores y científicos aseguran que la singularidad ya llegó. Uno de ellos es George Dyson, quien asegura que “el hecho de que no tengamos pruebas es evidencia de ello, pues la verdadera Inteligencia Artificial es suficientemente astuta como para no revelar que existe”. Según el prestigioso investigador, Google es un gran responsable en este tema.
En un extenso reportaje sobre este tema, la BBC de Londres habló con varios de estos especialistas y logró contactarse con Ray Kurzweil, director de ingenieros de Google y un estudioso de la singularidad. Kurzweil es el autor del libro “La singularidad está cerca”, y dentro del gigante tecnológico, lidera equipos de profesionales que están colaborando para que esto sea una realidad. Según este científico, la clave de todo esto es el dominio del lenguaje humano. Kurzweil ve el futuro y la singularidad como una explosión de conocimiento humano y según él, para el año 2029, las computadoras estarán a la par de la inteligencia humana, con un manejo indistinguible del lenguaje natural y otros tipos de inteligencia. Según Kurzweil, lo que ocurrirá luego es que nos fusionaremos con esas computadoras y al final entrarán en nuestros cuerpos y nuestros cerebros, nos harán más sanos, más inteligentes llegando a una capacidad intelectual multiplicada por millones. Y el punto de inflexión en todo este tema es la inteligencia emocional, que según expertos, es la más avanzada. El científico de Google explica que este tipo de inteligencia ya está siendo estudiada aunque todavía no se ha llegado muy lejos.
Cuando se habla de que los computadores serán indistinguibles en términos de inteligencia se hacer referencia justamente a la fusión con el ser humano para aprovechar lo mejor de la tecnología con lo mejor de la inteligencia humana, como por ejemplo, la inteligencia emocional, difícil de programar en una máquina.
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Al parecer, una de las claves de esta teoría es el desarrollo extremo de lo que hoy conocemos como “Inteligencia Artificial (IA)”, y según algunos filósofos, una vez que esta nueva forma de vida inteligente sea creada, nuestra comprensión de nosotros mismos como seres pensantes cambiará de manera rotunda, así como la percepción de todos los fenómenos del universo.
En definitiva, no existe una fecha precisa para la aparición de la singularidad. Y dicha singularidad se dará no solo por un crecimiento de la tecnología como tal sino como consecuencia de un proceso progresivo donde convergen muchos otros subprocesos. Y sumado a esto, todavía existen muchos científicos y expertos que piensan que gracias a la complejidad de nuestro intelecto, esta “teoría futurista” quedará solo dentro del plano de la ficción. La realidad nos indica que la evolución del conocimiento y de la tecnología es difícil de contener y que no hay razón que la detenga. Solo resta esperar para ver si la singularidad se hace realidad.
Fuentes BBC, Agencias
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