En nuestra crónica dominical esta semana continuamos con nuestro segundo reportaje sobre los mitos alimentarios. Y hoy hablaremos de la soya o soja, como prefieran. El rumor o el mito quiere que comer demasiada soya y sus derivados puede disminuir la testosterona entre los hombres, lo cual sería muy grave. Pero ¿es cierto o falso?

Este mito suscita mucho interés en la población en general. Al parecer, en la WEB circula una anécdota que quiere que los búfalos machos que come mucho trébol tendrían tendencia a tener tetas como las hembras, porque el trébol contiene un producto conocido como el fitoestrógeno, que disminuye la testosterona, que como ustedes saben es una hormona masculina.
La idea subyacente es que la soya contiene este fitoestrógeno, pero la nutricionista Marie-Josée Leblanc de la Universidad de Montreal dice que la soya contiene sobre todo isoflavonas, que son moléculas vegetales capaces de imitar hasta cierto punto a los estrógenos, que producimos naturalmente tanto los hombres como las mujeres.
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