Centenares de manifestantes vandalizaron e incendiaron ayer lunes el palacio del gobierno del Estado de Guerrero y la alcaldía en Chilpancingo, durante una manifestación organizada para protestar contra la misteriosa desaparición de 43 estudiantes de la región hace dos semanas.
No hay pérdidas humanas pero los daños materiales a los edificios oficiales son importantes.
Este ataque contra la administración local ocurre después de una serie de manifestaciones organizadas por los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, que exigen explicaciones por la desaparición de sus condiscípulos desde el 29 de septiembre en Iguala, a 100 kilómetros de Chilpancingo.
Estudiantes, maestros y padres de familia incendiaron oficinas y destrozaron ventanales en la sede del gobierno y la alcaldía para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos, así como la destitución del gobernador Ángel Aguirre Rivero y la detención del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, a quienes responsabilizan del asesinato de 6 personas, entre ellas tres alumnos.
Los manifestantes creen que la policía local colaboró con Guerreros Unidos, un grupo paramilitar, para eliminar a los estudiantes.
Las autoridades por su parte, investigan para verificar si los estudiantes fueron asesinados y enterrados en fosas comunes clandestinas encontradas cerca de Iguala.
Hasta el momento, 34 personas han sido detenidas, entre los que se encuentran 26 policías acusados de complicidad con el crimen organizado.
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