La Policía federal mexicana tomó el control de 13 ciudades al sur del país, donde la policía local podría tener vínculos con el crimen organizado y estar involucrada en la desaparición de 43 estudiantes.
El gobierno mexicano ofreció este lunes una recompensa de 111.000 dólares por cualquier información sobre estas desapariciones. Los rostros de los 43 desaparecidos fueron publicados en varios periódicos mexicanos junto con la oferta de recompensa.
Los municipios bajo control de la Policía federal mexicana están en un radio de unos 200 kilómetros de Iguala, localidad donde los estudiantes fueron desaparecidos hace casi un mes tras un altercado con la policía local.
Doce municipios se encuentran en el Estado de Guerrero y el otro en México. Estos incluyen los destinos turísticos de Taxco así como Ixtapan de la Sal.
Monte Alejandro Rubido, Comisionado de la Seguridad Nacional, informó en la noche del domingo que las autoridades encargadas de investigar la desaparición de los estudiantes descubrieron en los 13 cuerpos de policía municipal una serie de irregularidades y posibles vínculos con el crimen organizado.
La policía federal asumió la responsabilidad de la seguridad pública en estos municipios. Los jefes de policía fueron enviados a un centro especial y sus armas serán examinadas.
La policía federal retiró sus armas a los jefes de la policía de Iguala y Cocula, además de detener a unos 36 policías.
El alcalde y el jefe de policía de Iguala, que se encuentran fugados, habrían mantenido vínculos con una organización criminal local, el cártel Guerreros Unidos.
Este cártel habría cooperado con la policía en la desaparición de los estudiantes.
La detención del presunto líder del Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubia Salgado, fue anunciada el pasado viernes.
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