Invariablemente, cada vez que llega el otoño aquí en el hemisferio norte, hay toda una serie de trabajos y tareas domésticas que forzosamente, quieras o no, hay que realizar, pero que a menudo, dependiendo del carácter de las personas, algunos tenemos tendencia a posponer. A esa actitud el diccionario de la Real Academia Española la llama procrastinar.
Entre las tareas antes mencionadas, aquí en Quebec, se encuentran recoger todas las hojas caídas de los árboles en el patio o frente a la casa, antes que comience a nevar. Calafatear las ventanas para impedir que el frío invada la casa. Otra de las tareas que si no la hacemos nos puede costar caro es cambiar las llantas de los carros. Es decir, sacar las llantas de verano y poner las llantas de invierno. Esta tarea hay que hacerla. Si entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo inclusive, no se ha hecho la policía nos puede multar. Es obligatorio.
¿Pero si existe verdaderamente la procrastinación otoñal? No está claro dice la psicóloga Stephanie Leonard.
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