Dos hombres armados de cuchillos y revolver asesinaron a 4 personas este martes en una sinagoga de Jerusalén Oeste antes de ser dados de baja por la policía.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas condenó esta agresión en un lugar de plegaria, mientras que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu prometió represalias.
La agresión, de una gravedad sin precedentes desde hace varios años, se llevó a cabo al amanecer (hora local) en un barrio ultra ortodoxo del oeste de la ciudad.
“Vamos a reaccionar con mano de hierro ante estos odiosos asesinatos de judíos que vinieron a rezar, cometidos por asesinos innobles” dijo el jefe del gobierno israelí en un comunicado.
Para Benjamín Netanyahu “se trata del resultado directo de las llamadas a la violencia del Hamas y de Abu Mazen, llamados que la comunidad internacional ha ignorado de forma irresponsable”. Abu Mazen es el “nombre de guerra” de Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina.
Los socorristas hablan de por lo menos otros ocho heridos graves. “Nosotros consideramos esto como un acto terrorista”, declaró el portavoz de la policía, Micky Rosenfeld.
Denuncia internacional
El Secretario de Estado estadounidense John Kerry, de visita en Londres, denunció esta agresión como “un acto de terrorismo puro […] Esto no tiene simplemente lugar en el género humano”, dijo a la prensa.
Esta mañana temprano, el primer ministro de Canadá Stephen Harper declaró vía Tuiter que “Canadá condena el acto de terrorismo bárbaro perpetrado contra una sinagoga en Jerusalén Oeste. Nuestros pensamientos acompañan a los israelíes”.
Para el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas, “ha llegado el momento de poner fin a la ocupación y a los motivos de tensión y de violencia. Nosotros estamos decidido a encontrar una solución justa, fundada sobre el principio de dos Estados conforme al derecho internacional”.
Según las fuerzas del orden, uno de los agresores era originario de Jerusalén Este, la parte mayoritariamente palestina de la ciudad. En la radio palestina, se presenta a los agresores como “mártires” y el Hamas les rindió homenaje.
Escalada de la tensión en la región
Este ataque ocurre en un contexto de tensiones exacerbadas en Israel, Cisjordania y Jerusalén, donde los enfrentamientos entre policía israelíes y manifestantes palestinos ocurre casi a diario.
El lunes, un chofer de bus palestino fue encontrado ahorcado en su vehículo en Jerusalén. La policía israelí asegura, apoyándose en la autopsia, que se trata de un suicidio, hipótesis que rechaza la familia de la víctima. Esta nueva muerte dio lugar a nuevos enfrentamientos y el Hamas hizo un llamado a la venganza de la muerte del chofer.
En el transcurso del mes de noviembre, cinco israelíes y un turista perdieron la vida acuchillados. Del otro lado, 6 palestinos, incluyendo a los presuntos autores de estas agresiones, también perdieron la vida.
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