Una reconstrucción facial de Claude, un niño de Acadia antes de la expulsión de Nueva Escocia.
Photo Credit: Cortesía de Talva Jacobson, 2014. (Molly Segal / CBC)

Reconstrucción de rostro de niño muerto hace 250 años, ilustra una historia de Canadá

La expulsión de los acadienses es una parte dolorosa de la historia de Canadá.  Enfrentados al imperio británico, unas seis mil personas fueron desplazadas por la fuerza  en el siglo 18.

Sus casas, graneros, incluso los cementerios, fueron destruidos. Pero algunos regresaron. Y ahora, un proyecto único está llevando a los miembros de la comunidad Acadia de Nueva Escocia a echar un vistazo a la cara de su pasado.

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Esa nariz pequeña, levantada hacia arriba pertenece al rostro de un niño de Acadia.

Pero este niño ha muerto hace más de dos siglos y está regresando a la vida a través de una reconstrucción facial que ayudará a ilustrar la historia de Acadia.

La arqueóloga especializada en historia Talva Jacobsen ha trabajado de manera intermitente durante cuatro años, en la reconstrucción de este raro nexo humano con el pasado de la Acadia, de Nueva Escocia …

El proyecto se inició con el descubrimiento de un conjunto de huesos pertenecientes a un niño en un cementerio olvidado, cerca de Fort Edward, en Windsor.

El niño de 9 años se llama Claude por el momento aunque no se sabe si es un niño o una niña.

Jacobsen comenzó su trabajo de reconstrucción con réplicas de los huesos de la cara del niño, y ha añadido capas cuidadosamente moldeadas de arcilla. Ahora, Claude parece humano; sus características cobran vida.

Es como revelar una fotografía. Es una persona identificable que podemos relacionarla. Un rostro para un nombre

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No hay lápidas en el cementerio de Sainte-Famille en Falmouth. Algunos descendientes han dejado los nombres de sus antepasados en los ladrillos. © (Molly Segal / CBC)

LeBlanc … D’Entremont … Surette … Comeau … todos apellidos que aún se encuentran en Nueva Escocia. Pertenecen a los acadienses que regresaron, después de que los conquistadores británicos los expulsaron de las provincias marítimas a mediados de la década de 1700.

Los acadienses  son descendientes de los habitantes que vivían en los asentamientos franceses originales fundados en ciertas zonas de la región noreste de Norteamérica, en lo que hoy son las provincias canadienses de Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo. En la expulsión de 1755, los acadienses fueron obligados al exilio por los británicos; muchos se asentaron después en lo que luego sería el estado de Luisiana, donde fueron llamados cajunes.

Tenemos un grupo de personas que están desesperadas por tener información acerca de su linaje familiar, quienes fueron sus tatarabuelos,  cómo vivían, que hicieron,  que parecían … y sí es una historia nacional y este niño fue una parte de la historia de Canadá, pero este niño tuvo una vida «dijo Talva Jacobson, arqueóloga al frente del proyecto.

Cuando Jacobson mostró las imágenes del proyecto a los Amigos del Grand Pré, en julio de 2014, ella se sorprendió por la respuesta.

Una mujer le dijo: «He visto esa nariz antes ‘», cuenta Talva. «Era una mujer emocionada, hasta el punto que se puso a llorar también.»

Para algunos habitantes de Acadia de Nueva Escocia, el proyecto es una oportunidad de ayudar a redondear la historia con la imagen de una Acadia de antes de que los británicos comenzaran las deportaciones y destruyeran sus comunidades en 1755.

«Es único”

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Susan Surette-Draper se asoma a la cuenca de Minas de Fort Edward en Windsor, NS, donde vivían las comunidades de Acadia. Ella es la presidenta de los Amigos de Grand Pré, un grupo que trabaja para preservar la historia de Acadia. © (Molly Segal / CBC)

Surette-Draper, presidenta de los Amigos de Grand Pré, dijo esperar que Claude sea utilizado como una herramienta para ayudar a hablar de los primeros acadios que vivieron en Nueva Escocia.

Después de lo que ocurrió, muchos de los documentos fueron realmente destruidos así que, encontrar una persona verdadera y ser capaz de reconstruir la imagen de persona, es una joya dijo Surette-Draper .

Es uno de los objetivos que el equipo de investigación espera alcanzar.

«La deportación no sólo le hizo perder sus tierras a la gente y sus medios de vida – y en muchos casos sus vidas – sino que también ha tenido un impacto en la memoria y la capacidad de recordar el sentido de identidad de este lugar», dijo Jonathan Fowler, un arqueólogo de la Universidad de Saint Mary en Halifax.

Si bien gran parte de los otros restos humanos que fueron encontrados por los arqueólogos fueron enterrados de nuevo en el año 2000 en el sitio de Sainte-Famille, algunos – incluyendo aquellos que más tarde serían utilizado por Jacobson y su equipo – fueron olvidados hasta que años más tarde, Fowler y un equipo de investigadores los encontraron en la Universidad de Saint Mary.

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Cementerio de Santa Familia, 1722-1755. Los restos del niño fueron desenterrados en Falmouth, NS, en 1996. © (Molly Segal / CBC)

Fowler y otros investigadores estiman que el cementerio fue utilizado desde finales de los años 1600 hasta la deportación de los acadienses.

«Hay muchas preocupaciones éticas alrededor de los restos humanos», dijo Fowler.

«Este fue un caso en el que los restos humanos salieron a la luz por accidente, no debería haber ocurrido, pero pasó. Ahora tenemos la oportunidad de hacer realmente algo para aumentar nuestra comprensión de la gente de este período de tiempo.»

Una técnica utilizada en las investigaciones criminales

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Talva Jacobson, arqueóloga, Universidad de Alberta

El equipo de investigación consultó a las «comunidades locales y los descendientes» y asegura que «lo que estamos proponiendo se hace con el apoyo de aquellos que están más cerca de este individuo», dijo Fowler.

«Hemos hecho cada paso del camino de esta manera, consultando.»

Jacobson comenzó su trabajo de reconstrucción en 2009 después de recibir una pequeña subvención del Museo de Nueva Escocia.

La misma técnica se utiliza en las investigaciones criminales. El equipo de investigación hizo réplicas de los huesos de la cara como una base agregando capas exteriores de arcilla, esculpidas alrededor de marcadores calculados científicamente en la cara, para crear las características de Claude.

En 2016, Jacobson espera enviar la reconstrucción del rostro a través de Canadá, como parte de una exhibición educativa para compartir la historia de Acadia. La idea es que Claude encuentre después un hogar permanente en Nueva Escocia.

Ella ya tiene el primer destino de Claude confirmado: Medalta, la fábrica de arcilla en el Historic Clay District en Medicine Hat, en la provincia de Atberta, donde ahora trabaja.

Jacobson es de Alberta y no tiene vínculos familiares con Nueva Escocia, pero dice que se encariñó  con Claude y la historia de Acadia.

«Mucho de esto tiene que ver con el hecho de que se trata de personas», dijo Jacobson. «Estoy trabajando con esta persona y soy sólo una arqueóloga… que trabaja con los restos de un niño. Es abrumador. Es una pasión y te hace casi sentir que necesitas protegerlos un poco.»

 

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