De regreso de Estrasburgo, el papa Francisco afirmó anoche que “aunque es casi imposible” dialogar con el grupo armado Estado Islámico, no había que cerrarle la puerta.
“No digo que todo esté perdido para siempre”, dijo el papa a los periodistas que lo acompañaban en su avión, en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de dialogar con el grupo yihadista que se apropió de grandes territorios en Irak y Siria.
“Es difícil, podríamos decir prácticamente imposible, pero la puerta seguirá abierta”, dijo el papa.
Francisco reiteró no obstante, las declaraciones que él había hecho en el mes de agosto, cuando declaró que las acciones de la comunidad internacional para detener el avance del Estado Islámico eran justificadas, pero precisó que no pertenecía a un solo país el derecho a decidir solo de la forma de actuar.
“En el caso donde hay una agresión injusta, yo solo puedo decir que es legítimo detener al agresor injusto”, había dicho el papa en ese momento.
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