La calma regresó anoche en Ferguson, Estados Unidos, después de dos noches de violencia debido a la absolución del policía blanco que mató al joven negro Michael Brown el mes de agosto pasado.
Mientras empezaba a nevar sobre la pequeña ciudad de Missouri, una veintena de manifestantes se reunieron delante del cuartel de policía. Los dos días anteriores varios centenares habían manifestados en las calles de la ciudad.
Unos doce comercios fueron incendiados, otros saqueados, mientras se escuchaban disparos durante los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes. Unas 60 personas fueron detenidas.
La noche siguiente, 45 personas fueron detenidas en la pequeña comunidad aledaña a la St. Louis. Más de 400 personas fueron detenidas en todo Estados Unidos, donde se realizaron manifestaciones para protestar contra la decisión de no hacer ninguna acusación contra el policía Darren Wilson.
Pero el frío que comenzó a azotar el país, a vísperas del feriado de la Acción de Gracias, redujo anoche la amplitud y la intensidad de las manifestaciones con el lema “Si no hay justicia, no hay paz”.
Aunque las manifestaciones se extendieron el martes a unas 10 ciudades estadounidenses, ayer disminuyeron en magnitud e intensidad. La más grande se llevó a cabo en Los Angeles, donde la policía detuvo a unas 50 personas por no haber obedecido la orden de dispersión. En San Diego, 300 manifestantes desfilaron en la calma y bajo una importante vigilancia policial.
Pero en contraste, por lo menos 200 manifestantes recorrieron las calles de Oakland, California, rompiendo vidrios y pintando grafitis en los muros, las paradas de buses y los tableros de señalización, antes de enfrentarse a la policía cerca de la alcaldía de la ciudad.
Por su parte, el Departamento de Justicia estadounidense prometió investigar rápidamente y en profundidad las prácticas de la policía de Ferguson, declararon ayer defensores de los derechos cívicos que se habían encontrado con el procurador general Eric Holder.
En una entrevista otorgada a ABC News, presentada el martes, el policía Darren Wilson dijo “tener la conciencia tranquila” y estima haber “efectuado correctamente su trabajo”
“No le creo una sola palabra” dijo ayer, en la cadena de televisión CBS, Lesley McSpadden, la madre de Michael Brown.
El joven recibió 6 o 7 balazos, de los cuales uno en la cabeza. Dorian Johnson, que se encontraba con él, afirma que Michael Brown había levantado los brazos cuando el policía le disparó.
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