Encuentros bilaterales y multilaterales han marcado la XXIV Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se lleva a cabo en Veracruz, México.
La pobreza, la lucha contra el narcotráfico, la educación y la prosperidad hacen parte de las preocupaciones de los países miembros que quieren trabajar conjuntamente para mejorar las estrategias nacionales relacionadas con esos temas.
Los jefes de Estado y de Gobierno han realizado intervenciones que coinciden en la necesidad de hacer más operativas las Cumbres y sus conclusiones y la necesidad de reunirse más seguido para que lo que se defina no quede en letra muerta.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aprovechó su paso por Veracruz para ratificar el asilo que su país le concedió al creador de WikiLeaks, Julian Assange, asegurando que ese proceso se realizó ejerciendo la soberanía que tiene su país en sus sedes diplomáticas.
Assange está recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde el 2012 luego de que Suecia lo pidiera en extradición para hacer frente a presuntos delitos contra dos mujeres.
El rumor de que Suecia lo entregaría a Estados Unidos –que quiere juzgarlo por las filtraciones- llevó a Ecuador a darle asilo diplomático al considerar que si era extraditado a territorio estadounidense, Assange corría el riesgo que se violaran sus derechos fundamentales.
El próximo encuentro se llevará a cabo en Colombia y el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, aprovechó su discurso de aceptación como país anfitrión para señalar que espera presidir esa Cumbre en “un país en paz” haciendo clara referencia a los diálogos que lleva a cabo su gobierno con la guerrilla colombiana.
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