Si usted es un padre preocupado por lo que está haciendo su hijo en Internet, usted querrá saber de qué trata esta historia. Un padre de la ciudad de Toronto encontró que su hija chateaba en línea con un depredador de niños. El padre tomó el lugar de su hija y le siguió la pista, sin imginarse lo que encontraría.
EscucheAl inicio parecía algo inocente.
La hija de 12 años de edad de Cliff Ford pensó que estaba charlando con alguien de su edad.
Pero detrás de la conversación juguetona se encontraba un hombre de 30 años, Nicholas Bowers.
Cliff Ford descubrió lo que sucedía porque conecta el correo electrónico de sus hijos a su teléfono y supervisa sus actividades en línea de cerca.

En enero pasado, algo llamó su atención.
Vi llegar un mensaje que decía ‘hey sexy’ y me di cuenta de que estaba dirigido por alguien directamente a mi hija.
Pero en lugar de cortar la conversación, Cliff Ford la mantuvo activa.
Haciéndose pasar por su hija durante los tres días siguientes Ford logró que Bowers le dijera su nombre real, qué tipo de coche conduce, y su domicilio, en las afueras de Akron, Ohio.
Con el correr de las horas los mensajes de Bowers se hicieron más sexuales: «Quiero abrazarte y besarte», escribió «me vuelve loco … saber que tienes 12»
Luego envió un archivo adjunto dirigido a su hija de 12 años.
En el video de Bowers se lo veía masturbándose.
Cuando envió el archivo adjunto y me di cuenta de lo que era tuve que apagarlo porque podía sentir mi sangre hirviendo dentro de mí, sabiendo cuáles eran las intenciones de este hombre
Ford decidió entregar todo el material que había reunido a la policía de Toronto, que continuó con el ardid y siguió comunicándose con Bowers.
Finalmente la policía de Toronto contactó a las autoridades locales y al FBI en Akron, y comenzó una investigación conjunta en ambos lados de la frontera.
El FBI arrestó a Bowers, el 14 de enero, encontrando llaves USB, computadoras y CDs que contenían pornografía infantil. La investigación reveló inmediatamente que Bowers formaba parte de una red de pornografía infantil local que vendía fotos y videos de menores en línea.

Funcionarios estadounidenses dijeron que descubrieron que desde 2011 hasta 2014, Bowers recibió y distribuyó imágenes digitales que representaban a » menores en conductas sexualmente explícitas.»
Condena de 20 años
«Yo sólo estaba tratando de proteger a mi hija», dijo Ford. «No tenía idea de que habría otras víctimas.»
Bowers fue acusado de una serie de cargos relacionados con posesión de pornografía infantil, incluyendo la recepción, distribución y posesión de representaciones visuales de menores involucrados en conductas sexualmente explícitas, por transferencia de material obsceno a un menor de edad y por seducción.
Ford viajó a Ohio a testificar contra el hombre que trató de seducir a su hija en línea.
Más tarde Bowers se declaró culpable, y la semana pasada fue condenado por un juez federal de Estados Unidos a más de 20 años de prisión.
«Padres atentos y la actuación policial han logrado que el Sr. Bowers no cometa más actos reprensibles contra menores en Internet», dijo el agente especial del FBI Stephen Anthony, quien ayudó a investigar el caso.
«Este esfuerzo de colaboración policial internacional demuestra que existen depredadores que quieren aprovecharse de nuestro bien más preciado, nuestros hijos, y que eso no será tolerado.»
En su página de Facebook, Ford dijo que toda esa experiencia le hizo sentirse «humilde»
«Yo nunca pensé que podría tener el impacto que tuve, pero ahora quiero asegurarme de que otros no tengan que pasar por el dolor que experimenté al estar expuesto a ese lado oscuro de la sociedad», dijo Ford. «Los padres deben saber que hay peligros en línea y que tienen que estar atentos a las actividades de sus hijos.»

Dijo que su preocupación ahora es asegurarse de que otros padres se mantengan atentos a las comunicaciones en línea de sus hijos. Ford ofrece una serie de consejos a los padres, que incluyen el seguimiento de correos electrónicos y el uso de software que rastrea comportamientos sospechosos en línea.
Sin embargo, dice, el mayor consejo de todos es muy simple:
«Hable con sus hijos», aconseja. «Obviamente tenemos que proporcionar límites y reglas, pero tenemos que tener una comunicación bidireccional abierta con nuestros hijos, que les haga sentirse seguros de poder avisarnos cuando algo es potencialmente malo. Y necesitan sentir que pueden preguntar cualquier cosa”.
Ford dijo que su hija está bien y que ambos esperan que esa experiencia ayude a que otros padres y niños sean más vigilantes.
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