Un informe del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos reveló que la CIA, cuando estaba dirigida por Leon Panetta (2009-2011), engañó al gobierno estadounidense, a los ciudadanos y a la opinión pública internacional sobre las prácticas de sus programas de detención e interrogatorio.
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) escondió detalles sobre la brutalidad de sus métodos y exageró algunos de los casos sobre los que trabajaba, según la prensa estadounidense.
Algunos detenidos por la CIA recibieron «rehidratación rectal», es decir, eran obligados a ingerir comida, como hummus o pasta, y agua a través del recto. El informe señala que no había ninguna razón médica para someter a los prisioneros a esa práctica. Otra forma de tortura era privar del sueño durante más de una semana que los detenidos puedan dormir, manteniéndolos con las manos atadas sobre sus cabezas, lo cual provocaba alucinaciones en los prisioneros.
Entre junio y agosto de 2002, Abú Zubeida fue «aislado durante 47 días sin ser interrogado», destaca el informe. La técnica del confinamiento es aún más dura: Zubeida fue colocado en una caja del tamaño de un ataúd durante 266 horas, más de 11 días, y en otra todavía más pequeña durante 29 horas, mientras se lo interrogaba.
En otro caso, en un centro secreto de detención, identificado con el nombre de «Cobalt», cinco agentes de la CIA sacaban a los gritos a un detenido de su célula, lo desnudaban, lo envolvían con una cinta de plástico y lo tiraban violentamente al piso. Luego lo paseaban por el corredor, golpeándolo y abofeteándolo.
El soldado estadounidense Bradley Manning fue condenado el año pasado a 35 años de cárcel por filtrar a través de Wikileaks documentos donde se confirmaba la existencia de torturas y de asesinatos realizados por la CIA.
La serie de horrores es larga y quizá nunca se llegará a conocer la verdadera dimensión de tales actos de barbarie, ya que del documento de unas 6.700 páginas, que permanece clasificado, sólo se dieron a conocer unas 500.
Este informe es el resultado de más de cuatro años de trabajo. Se examinaron más de seis millones de documentos. Únicamente se han hecho públicas las conclusiones, donde se señala que los programas de la CIA «violaron las leyes de Estados Unidos, los tratados firmados y nuestros valores».
«El informe refuerza mi opinión mantenida desde hace tiempo de que estos duros métodos no son consistentes con nuestros valores ni sirvieron a nuestros esfuerzos antiterroristas en un sentido más amplio o a nuestros intereses de seguridad nacional», declaró el presidente Barack Obama tras su publicación.
Interrogado sobre el uso que dieron las agencias de inteligencia canadiense a informaciones obtenidas mediante la tortura, el primer ministro canadiense Stephen Harper dijo que “se trata de un informe del Senado estadounidense. No tiene nada que ver con el gobierno de Canadá.”
Rufo Valencia, de Radio Canadá Internacional, conversó con Béatrice Vaugrante es la directora general de Amnistía Internacional Quebec. Ella destaca que la difusión de este informe es un hecho positivo, ya que finalmente el gobierno estadounidense reconoce su responsabilidad por el uso de la tortura.
Este informe confirma el trabajo de Amnistía Internacional, entidad que desde hace diez años ha estado documentado el uso de la tortura.
Béatrice Vaugrante señala que este informe es el primer paso. El siguiente paso es llevar ante los tribunales de justicia a los responsables de tales actos así como las reparaciones a las víctimas y sobrevivientes de esta masiva violación de los derechos humanos por parte de Estados Unidos.
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