Une femme est ausculté par un médecin

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Morir bien en Ontario

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Casi todas las personas pueden hacer una lista de las cosas que necesitamos para vivir bien. Pero cuando se trata de hacer una lista de lo que se necesita para morir bien, la mayoría de la gente prefiere no pensar en ello… hasta que es demasiado tarde.

En la provincia de Ontario, la más populosa del país, los defensores de la calidad de la salud están tratando de abrir este debate y quieren que las autoridades de la provincia se comprometan a mejorar los cuidados médicos al final de la vida.

Aproximadamente 250.000 canadienses mueren cada año. Un reciente estudio demostró que la mayoría de esos fallecimientos se producen en la cama de un hospital, con la persona conectada a tubos y máquinas. De este modo el final de la vida se convierte en una interminable intervención médica.

El doctor Irfan Dhalla hace parte de una entidad gubernamental, Health Quality Ontario, Calidad de la salud en Ontario, cuyo mandato es verificar e informar a la población sobre la calidad de los cuidados médicos a largo plazo y sobre la satisfacción de los usuarios.

Esta entidad quiere cambiar esa situación y ayudar a los habitantes de Ontario a bien morir. Se trata de establecer cambios que deben comenzar mucho antes de que la persona se convierta en un paciente en estado crítico.

Dhalla dice que son necesarias las conversaciones sobre el tema, por muy difíciles que sean, tanto con la familia como con los médicos sobre cómo prepararse para los últimos días de una vida.

Por otra parte, en esas conversaciones la gente necesita tener los detalles sobre la eficacia de los tratamientos que en algunos casos pueden ser chocantes y traumáticos para la familia.

El informe indica que es necesario invertir más fondos en los cuidados a domicilio para este tipo de pacientes, o en lugares que proveen cuidados médicos en una atmósfera familiar.

Uno de esos lugares en Canadá es Hill House Hospice, ubicado en la pequeña ciudad de Richmond Hill, al norte de Toronto, en la provincia de Ontario. Se trata de una organización sin fines de lucro, no confesional que ofrece cuidados paliativos compasivos para los enfermos terminales en las etapas finales de la vida.

En este lugar, los nietos pueden venir de visita y jugar en la habitación donde un familiar en etapa terminal se encuentra descansando, esperando la muerte. La enfermera Anne-Marie Dean explica que los pacientes que llegan permanecen en el lugar por nueve o diez días. “Ayudamos a la gente a vivir hasta que mueren”, dice ella.

El estudio tiene el propósito de servir de orientación a las políticas de la provincia de Ontario en materia de gastos e inversiones en la atención médica a la ciudadanía. Sin embargo, los autores del estudio explican que su intención es lograr que todos los trabajadores en el área de salud en Canadá, reciban un mayor, o por lo menos un mínimo de formación para poder ayudar a los pacientes terminales a puedan bien morir.

Categorías: Salud
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