Photo Credit: iStockphoto

La domesticación ha modelado el caballo

El caballo ha sufrido cambios fisiológicos significativos como resultado de la domesticación, muestra un estudio internacional.

Los investigadores secuenciaron el genoma de caballos antiguos de Rusia a partir de huesos fosilizados viejos de 16 000 a 43 000 años antes de la domesticación de estos animales, que se remonta a unos 5.500 años.

Compararon estos genomas con los de cinco especies domesticadas modernas, así como con los del caballo de Przewalski, única raza salvaje viviente, descubierta en Mongolia en 1879.

Estas comparaciones muestran antes que nada que los caballos domesticados comparten más similitud genética con sus antepasados salvajes que con el Przewalski.

Los autores estiman que entre 13% y hasta un 60% de genoma del caballo de hoy proviene de especies extintas.

Esto sugiere que las razas domesticadas descienden todas al menos parcialmente de las viejas poblaciones equinas.

El trabajo también identificó un grupo de genes en los que la domesticación tuvo mucha influencia, incluidos los que participan en la formación de músculos, extremidades, articulaciones y en el desarrollo del sistema cardíaco.

Esto ilustra las adaptaciones fisiológicas que al parecer resultaron de la utilización de los caballos por los seres humanos a través de los siglos.

Los investigadores también encontraron mutaciones genéticas relacionadas con el comportamiento social del caballo y su capacidad de aprendizaje, que también reflejan el proceso de domesticación del animal.

El genoma de los caballos modernos contiene además muchas mutaciones genéticas perjudiciales resultantes de la domesticación, que se tradujo en una pérdida significativa de la diversidad genética y en la extinción de la fauna silvestre.

Todos los procesos de domesticación tienen un costo, ya que conducen a una acumulación de mutaciones genéticas perjudiciales para la diversidad. Esto ya había sido comprobado  en cultivos como el arroz y en otros animales tales como perros. Los caballos no son más que otro ejemplo.

Los detalles de esta investigación se publicaron en los Anales de la Academia Americana de Ciencias (PNAS).

Categorías: Sin categoría
Etiquetas:

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.