Sir John A. Macdonald fue el primer Primer Ministro de Canadá, de 1867-1873 y de nuevo entre 1878-1891

Hace 200 años nacía el primer Primer ministro de Canadá

Stephen Harper rindió homenaje al primer primer ministro del país este domingo, que marcó el 200 aniversario del nacimiento de Sir John A. Macdonald diciendo que el político nacido en Escocia «forjó Canadá a pura voluntad.» Pero no todos están de acuerdo con esa descripción.

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En la ciudad de Kingston, Ontario se conmemoró el 200 aniversario del nacimiento del primer Primer Ministro de Canadá con la asistencia de Stephen Harper y otros dignatarios © CBC

En Kingston, Ontario, se reveló un nuevo sello y una edición especial de la moneda canadiense de dos dólares en honor a Sir John Macdonald, dos siglos después de su nacimiento.

De hecho, las imágenes de McDonald están en todas partes estos días. Más que un cumpleaños, lo que se destaca es su elevación a un estatus especial como padre esencial de la nación. Sir John está siendo promocionado no sólo como el primer Primer ministro de Canadá sino mucho más, de acuerdo al actual, Stephen Harper.

Sin Sir John A Macdonald, Canadá, como lo conocemos, el mejor país del mundo, simplemente no existiría. Stephen Harper

La carrera política de Macdonald como regidor de Kingston comenzó el año en que se colocó la piedra angular del ayuntamiento en 1843.  Al rendirle homenaje, Harper dijo que Macdonald fue  «un brillante ejemplo de modestia, esperanza y éxito», que refleja al propio país.

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El primer ministro Stephen Harper rindió homenaje a Sir John A. Macdonald en Kingston, Ontario. © (Fred Chartrand / Canadian Press)

«La construcción de la nación nunca es completa», dijo Harper, tomando nota de los «desafíos y oportunidades» que son aún mayores para el país, ya que se acerca a su 150 cumpleaños.

«Así como nos sentimos orgullosos de participar en las celebraciones de 2017, recordemos siempre que gran parte de esto fue posible gracias a un hombre ordinario del cual poco se esperaba, pero que, dada la oportunidad, hizo cosas extraordinarias», dijo el primer ministro.

En 1857 Macdonald fue elegido primer ministro de la Provincia de Canadá y, en junio de 1864, se reunió con su principal oponente político, George Brown, para trazar un acuerdo para el establecimiento de la

confederación de la Norteamérica británica. A este propósito se celebraron conferencias en Charlottetown, Londres y Québec. Finalmente, el Parlamento británico aprobó en 1867 la Ley de América del Norte que creaba el Dominio de Canadá, reuniendo a las provincias canadienses bajo una sola administración. Macdonald fue nombrado primer ministro e investido comendador de la Orden de Bath, en reconocimiento a sus servicios a la Corona británica.

Su gobierno consiguió la expansión del dominio canadiense con la incorporación de Rupert’s Land (actuales provincias de Manitoba, Alberta y Sasketchewan), los Territorios del Noroeste (comprados a la Compañía de la Bahía de Hudson en 1870), la Columbia Británica y la isla del Príncipe Eduardo.

Macdonald desarrolló una política de fuerte proteccionismo, encaminada a conseguir la autosuficiencia económica de Canadá y la explotación exhaustiva de sus muchos recursos naturales. Entre sus medidas más espectaculares estuvo la construcción del Canadian Pacific Railway, ferrocarril que recorría el país de este a oeste. Sin embargo, en 1873 el gobierno se vio salpicado por un escándalo financiero que implicó al propio Macdonald en el cargo de cohecho en la contratación del Canadian Pacific. Forzado a dimitir, volvió a presentarse a las elecciones en 1878.  Fue reelegido, ocupando el cargo de primer ministro hasta su muerte.

La política de Macdonald estuvo orientada en todo momento a preservar la lealtad de Canadá hacia la Corona británica y a refrenar el expansionismo de Estados Unidos hacia el norte. Murió en Ottawa el 6 de junio de 1891, a la edad de setenta y seis años.

El cumpleaños de Sir John A. Macdonald es motivo para la reflexión, no para una celebración de las Primeras Naciones

El bicentenario del nacimiento de Macdonald ha estimulado una nueva ronda de revisión e investigación histórica, incluyendo algunas descripciones poco halagüeñas de las políticas y actitudes de Macdonald hacia las Primeras Naciones de Canadá. Él ayudó a implementar y defendió el sistema de escuelas residenciales en la década de 1880, una plaga en el país cuyos efectos se hacen sentir hasta hoy.

Fue el padre de la confederación, el arquitecto de Canadá, el tipo que impulsó los tratados firmados por nuestros antepasados y, oh sí, él también colgó al líder de los Métis Louis Riel, dejó morir de hambre a nuestro pueblo en las reservas y construyó el ferrocarril que cambió el oeste para siempre.

Esto lo señala el periodista de CBC, Doug Cuthand, quien añade:

Puede que haya sido el padre del segundo país más grande en el mundo en ese momento, pero él no pudo ver el potencial de aceptación y las alianzas con las Primeras Naciones.

Al igual que muchos de su época, el veía a las primeras naciones como un impedimento para el progreso y con poco valor para contribuir a la nueva nación. Su visión de las Primeras Naciones es una parte de su legado que ha sobrevivido con pocas alteraciones, indica el periodista de CBC, Doug Cuthand

Stephen Harper no planteó la cuestión de las escuelas en su discurso pero aludió a las «fallas y fracasos» de Macdonald – específicamente a la batalla de Sir John A. contra el alcohol.

Kim Campbell, la única mujer primera ministro de Canadá que ocupó el cargo poco más de cuatro meses por el partido conservador en 1993, dijo en una entrevista que Macdonald debe ser visto como un hombre de su tiempo que compartía las opiniones prevalecientes de la época hacia los indígenas.

«Hemos construido una sociedad de derecho y con respeto y protegiendo a  las personas lo que nos permite ser resistentes. Y empezó con Sir John A. Macdonald en la Confederación», dijo Campbell.

«El hecho es que él realmente tenía una visión y la siguió. La construcción del ferrocarril y la creación de la Policía Montada del Noroeste que trajo la  ley y el orden a nuestro lado de la frontera en el oeste. Del lado estadounidense, era una tierra de nadie y un imperio de las armas”.

El biógrafo de MacDonald, Ricardo Gwyn dice que  él venció todos los pronósticos imposibles.

Todas las probabilidades estaban en contra de un Canadá.  Y nosotros, excepcionalmente para un país nuevo, tuvimos una opción que resultaría enormemente beneficiosa para todos en Canadá. Nos hemos vuelto más ricos, con mejores trabajos, vidas más interesantes, podríamos habernos unido a los Estados Unidos, que tenía sus brazos abiertos para recibirnos,  y nosotros dijimos no!

Lo concreto es que el nacimiento de MacDonald, hace 200 años, no deja indiferente a los canadienses.

 

 

 

Categorías: Indígenas, Política
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