Según la CBC, la Gendarmería Real de Canadá, GRC, intentó limitar los desplazamientos de Martin Rouleau-Couture dos semanas antes que cometiera el atentado en Saint Jean sur Richelieu el mes de octubre pasado, pero la fiscalía canadiense le respondió que no tenía suficientes pruebas para imponer al sospechoso un compromiso de no perturbar la paz.
La GRC sabía que este joven convertido al islam mostraba signos de radicalización, según las declaraciones familiares y sus propios comentarios en Internet. La policía federal lo detuvo y lo liberó después, en julio de 2014 para impedirle viajar a Turquía, de donde tenía la intención de viajar hacia otro país para una misión yihadista.
“Nosotros lo interrogamos, y con la información que teníamos y sus declaraciones no teníamos suficientes pruebas para acusarlo o detenerlo”, explicó la superintendente Martine Fontaine de la GRC.
Martin Couture-Rouleau fue liberado después que la policía le hubiera confiscado su pasaporte y agregado a su lista de 90 viajeros con alto riesgo, vigilados por los servicios de seguridad.
Según las informaciones de la CBC, la GRC intentó semanas más tarde, obligar al sospechoso a comprometerse a no perturbar la paz, lo cual lo habría obligado a respetar ciertas condiciones bajo pena ser encarcelado. Pero todo fue en vano, ya que la fiscalía negó la autorización por falta de pruebas de que esa persona se preparaba a cometer un atentado terrorista.
Después de haber atropellado con su carro a dos militares canadienses, matando a uno de ellos, Martin Rouleau Couture fue ultimado por la policía de Saint Jean sur Richelieu.
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