Soldados canadienses que se encuentran en Iraq para participar en la lucha contra el Estado Islámico sufrieron un ataque y se vieron en la obligación de replicar, afirma el comandante de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Canadá, el general de brigada Michael Rouleau.
Durante una conferencia de prensa ayer por la tarde, Michael Rouleau explicó que los militares estaban visitando un puesto de primera línea con las fuerzas iraquíes la semana pasada cuando fueron atacados con tiros de ametralladoras y morteros. Los canadienses replicaron y neutralizaron al enemigo, sin sufrir pérdidas ni heridos.

Más no obstante, esto no significa que el compromiso de Canadá en este conflicto se intensifique, afirma el general Rouleau. Y aunque la misión del ejército canadiense es de formación y no de combate, los soldados canadienses están autorizados a replicar si son atacados.
Según el general, los soldados canadienses deben ayudar al ejército iraquí en la planificación de sus operaciones, la defensa de sus posiciones y en las operaciones ofensivas, en particular para la coordinación de los bombardeos aéreos. Ellos deben también ofrecer formación a los soldados iraquíes. Según él, los soldados canadienses se encuentran alejados del frente alrededor de 80% de su tiempo.

Cuando el ministro de Defensa de Canadá, Rob Nicholson autorizó el despliegue de unos 60 soldados de las fuerzas especiales en octubre pasado, había asegurado que ellos irían solo a jugar un papel de apoyo.
Ayer, el portavoz del primer ministro Stephen Harper, Jason MacDonald, reiteró que las tropas canadienses no iban al frente, aunque su misión es arriesgada. La oposición cree por su parte, que el gobierno juega con las palabras. “Llámenlo como ustedes quieran, pero no es lo que nos habían dicho”, comentó el diputado neo demócrata Jack Harris.

Roland Harris, especialista en seguridad de la Universidad de Ottawa afirma lo mismo. “Si se envían soldados canadienses a las líneas de combate, si ellos utilizan sus armas aunque sea para defenderse, es muy difícil decir que no eso no es combate”, afirma el especialista.
Estas revelaciones del ejército canadiense fueron hechas a pocos días del reinicio de los trabajos parlamentarios en Ottawa y reactivan el debate sobre la misión canadiense en Iraq y su posible prolongación.
Hasta nueva orden, el gobierno canadiense se comprometió por un período de 6 meses que termina el próximo mes de abril.
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