“No importa si somos altas o bajas, o gorditas, o maduritas, somos nosotras las que estamos satisfechas con nuestros cuerpos y con nuestra sensualidad”, explica convencida la artista del neo-burlesque Margarita Romero, originaria del Perú. Junto a Jessica Mayta, productora de Passion Burlesque, y cuyo nombre en la escena es Black Mamba, Romero presentará este viernes en un club de Montreal un espectáculo de burlesque protagonizado en parte por artistas de origen latinoamericano.
El neo-burlesque es un subgénero del burlesque estadounidense. Esta práctica escénica surge en la década de los noventa en Nueva York, con la intención de renovar el glamour, la picardía y el erotismo de este tipo de espectáculos.
Por un lado, el optar por este tipo de arte implica, para una persona nacida en América Latina, dejar de lado el peso histórico del catolicismo. Por otro lado, y desde una perspectiva feminista, esta manifestación puede ser vista como una cosificación del cuerpo femenino.
«Nada de eso», dice Margarita Romero, productora de la compañía teatral I Am Still Here Theatre. Ella ve en estas artes escénicas una forma de empoderamiento de la mujer, que contrasta e impugna la mercantilización y manipulación mediática del cuerpo femenino.
Las organizadoras del evento dicen que esta será la primera vez que se presenta este tipo de espectáculo con artistas de la comunidad latinoamericana. Ya los nombres mismos de revelan la picardía y el humor del espectáculo en el que participarán nombres como Salty Margarita, Black Mamba, Lolita Blanca, Chérie Coquette, Nat King Pole, Bebop Bettie y Bella Andrea.
En estos días de intenso frío polar en Montreal, y en un contexto de unas próximas elecciones federales, que vendrán sazonadas con nuevas y más severas leyes contra el terrorismo, un espectáculo de neo burlesque, con todo su humor e irreverencia, aparece en el horizonte como un antídoto a la severidad y seriedad de estos tiempos.
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