En la ciudad de Hyderabad, en India, la policía pudo rescatar este viernes a centenares de niños indios que fueron traficados y que se hallaban en condición de esclavos fabricando pulseras. La operación de rescate se produjo durante una serie de redadas matutinas, de acuerdo a una fuente informativa local.
En un allanamiento efectuado este jueves, la policía encontró a 87 niños, en su mayoría varones y algunos de sólo 6 años, hacinados en un taller de fabricación de pulseras en la ciudad.
Cinco días antes, la policía encontró a otros 220 niños en talleres similares en otra parte de la ciudad, donde arrestó a más de 20 sospechosos.
Imágenes de televisión mostraron a los niños encerrados en una habitación donde trabajaban y dormían. Los niños, quienes estaban sentados y continuaron decorando las pulseras laqueadas incluso después de que la policía y los periodistas ingresaran al lugar, dijeron que trabajaban desde las 09:00 hasta las 22:00 horas.
«Trabajamos desde la mañana hasta la noche. No nos dejan jugar. Quiero irme a casa y decirle al empleador, pero dijeron que no me dejarían ir a casa», dijo Joginder, uno de los niños rescatados.
La policía dijo que los niños provenían en su mayoría de los estados de Bihar y Uttar Pradesh, en el noreste de India, y que los traficantes entregaron unos 50 dólares a sus empobrecidos padres como pago por sus hijos.
Los niños rescatados serán enviados a un refugio hasta que sus familias puedan ser encontradas, dijo la policía.
Sin embargo, miembros de las organizaciones de defensa de la infancia señalaron que se requieren mayores acciones ya que los niños rescatados frecuentemente vuelven a caer en el tráfico y la esclavitud debido a la extrema pobreza de sus familias.
Miles de niños indios, en su mayoría de áreas rurales pobres, son llevados a la ciudad cada año por bandas criminales dedicadas al tráfico humano, que los venden para el trabajo forzoso o los entregan a empleadores inescrupulosos, quienes prometen enviar sus salarios a sus padres.
En su mayoría, los niños terminan como empleados domésticos, trabajando en fábricas de ladrillos, en restaurantes ubicados en las rutas o en pequeños talleres textiles y de bordado.
En muchos casos, los niños son forzados a trabajar largas horas en condiciones peligrosas. A menudo no se les paga y se extravían, lo cual hace que sus familias no puedan encontrarlos.
No existen cifras oficiales sobre el número de niños trabajadores en India. Según el Índice Global de Esclavitud del 2014, en la India, país que se jacta de tener un programa espacial, más de 14 millones de personas son víctimas del tráfico humano.
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