Con respecto al poblamiento de América existen varias hipótesis, pero una buena parte de la comunidad científica no tiene duda de que los seres humanos no son originarios de América y que está claro que nuestro continente fue poblado por humanos provenientes de otra parte.
La evidencia paleo-antropológica apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noroeste de Asia. Ahora bien, desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleo-americanos entraron al continente durante la última glaciación, que permitió el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia, donde hoy se encuentra el Estrecho de Bering. Este evento habría ocurrido entre 12.000 y 11.000 años antes de cristo.

Por esta razón nos podemos preguntar si existen huellas o vestigios de lenguas asiáticas antiguas en las lenguas indígenas de América. Según Lynn Drapeau, profesora en el departamento de Linguística de la Universidad de Quebec en Montreal, UQÀM, y autora de una gramática en lengua Innu, aparentemente existen dos respuestas. Una corta y una larga.
La respuesta corta es que en efecto, existe una familia de lenguas, la esquimo-aleutiana, a la que pertenecen entre otras el inuktitut y el esquimo, que cubren tres continentes. Estas lenguas son habladas en Groenlandia, el norte de Quebec, el ártico canadiense hasta Alaska y de allí hacia el oeste hasta las Islas aleutianas y Siberia. Se trata aquí de un continente de lenguas emparentadas entre ellas.
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