Uno de los problemas de los sistemas de salud en casi todo el mundo es la dificultad de tener y retener a profesionales de la salud en las regiones aisladas. Es duro el trabajo de convencer a los médicos a que acepten ir a trabajar a regiones aisladas, o pobres.
Son muchos los médicos que prefieren ejercer su profesión en las grandes ciudades, rodeados de sus espacios sociales, familiares, las amenidades urbanas y todo tipo de servicios.
Este problema fue llevado a la pantalla con mucho humor en la película llamada “La grande séduction”, La gran seducción, que cuenta la historia de todos los esfuerzos que hacen los habitantes de un pequeño pueblito ficticio de pescadores en el norte de Quebec, Sainte-Marie-la-Mauderne, para retener y seducir a un médico a quedarse a vivir en el lugar.
Esta comedia quebequense, dirigida por Jean-François Pouliot, fue presentada al público en 2003. Diez años más tarde, en 2013, otro director canadiense, Don McKellar, nativo de Toronto, filmó una versión en inglés de esta película, titulada “The Grand Seduction”.
Si alguna vez tiene ocasión de ir a visitar el lugar de la filmación, el lugar se llama Harrington Harbour.
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