Expertos forenses argentinos pusieron en duda el trabajo de la Fiscalía General de México en las investigaciones sobre la desaparición de 43 estudiantes, que se teme fueron masacrados en septiembre, en momentos en que el gobierno de Peña Nieto asegura que el caso está cerca de ser resuelto.
A fines de enero la Procuraduría General de la República (PGR) llegó a la conclusión de que los estudiantes fueron masacrados en septiembre por un grupo de narcotraficantes que los confundió con una banda rival, en un caso que ha conmovido a los mexicanos y sacudió al Gobierno.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que fue convocado como perito independiente en el caso, declaró en un extenso documento que identificó numerosas irregularidades en las investigaciones y recomendó extenderlas por varios meses.
Las conclusiones de la Fiscalía mexicana se basan en las declaraciones de 99 detenidos y en el hallazgo de restos humanos y materiales en un basurero de Cocula, un pueblo en el sureño Estado de Guerrero.
En ese lugar, según las investigaciones oficiales, delincuentes habrían incinerado a los estudiantes tras haber sido secuestrados por policías de la vecina localidad de Iguala, en connivencia con organizaciones criminales.
El procurador mexicano, Jesús Murillo, enfatizó que esa «es la verdad histórica de los hechos».
El Gobierno del presidente Peña Nieto declaró en diciembre que al menos uno de los restos de los estudiantes fue identificado.
Por su parte, el equipo de forenses argentinos declaró en un documento fechado el sábado, que no puede confirmar si se trata de los restos del estudiante, argumentando que durante semanas la Fiscalía no aseguró adecuadamente el basurero donde se encontraron los restos carbonizados.
El Equipo Argentino de Antropología Forense también señaló que los restos humanos encontrados en el basurero incluyen dientes fijados a una prótesis dental, pero las entrevistas de los forenses con miembros de la familia de todos los 43 estudiantes revelaron que ninguno de ellos tenía un implante dental de ese tipo.
«Hasta el momento, el EAAF aún no tiene evidencia científica para establecer que, en el basurero de Cocula, existan restos humanos que correspondan a los normalistas», dijeron los forenses argentinos en el documento, publicado por Tlachinollan, una organización de Derechos Humanos de Guerrero.
El texto también menciona fallas de la Fiscalía en el análisis genético de las muestras de ADN obtenidas de familiares, necesarias para poder identificar los restos.
«La investigación sobre Ayotzinapa no puede darse por concluida toda vez que aún falta procesar una cantidad importante de evidencia tanto por los peritos de la PGR como del EAAF», dijo el grupo de forenses argentinos, añadiendo que alrededor del 80 por ciento del área a investigar en el basurero de Cocula aún no ha sido analizado en profundidad.
«Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y toda evidencia asociada a ellos. Esta tarea llevará varios meses más de trabajo», agregó el EAAF.
La Fiscalía mexicana se negó a comentar sobre las declaraciones de los forenses independientes. Se espera que los padres de los estudiantes desaparecidos den una conferencia de prensa este lunes en torno al informe de los peritos argentinos.
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