Científicos dieron a conocer este lunes pruebas de los efectos en el medioambiente causados por la explotación minera desarrollada por los conquistadores españoles, en la que forzaron a la población indígena a trabajar en condiciones brutales, causando la muerte de miles de ellos.
Esas muestras fueron preservadas en una capa de hielo en los Andes peruanos en la forma de residuos de polvo metálico arrojado a la atmósfera por las minas a partir del Siglo XVI.
Las minas montañosas de Potosí en Bolivia fueron la fuente más rica de plata en el mundo colonial.
Aunque los incas habían extraído plata por largo tiempo en menor escala, el nuevo método de procesamiento traído por los españoles en 1572 aumentó drásticamente la producción, liberando en el proceso residuos de plomo y otros contaminantes a la atmósfera.
Esta contaminación se precipitó sobre toda la región, incluyendo el glaciar Quelccaya, ubicado unos 800 kilómetros al noroeste, al sur de Perú.
El proceso de refinación de los españoles involucraba la pulverización del mineral de plata, que contenía plomo y plata, lo que dejaba escapar polvo metálico a la atmósfera. El mineral pulverizado era mezclado con mercurio. La plata era separada mediante el calentamiento de la mezcla, haciendo que el mercurio se evaporara.
En un artículo publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos dijeron que perforaron en el glaciar a unos 5.600 metros de altura para investigar los niveles de contaminación atmosférica en el pasado.
La edad del hielo fue determinada con precisión, ya que fue posible identificar las capas discernibles causadas por la alternancia anual de las estaciones.
Los contaminantes generados por la explotación de la plata bajo la colonial española entre los siglo XVI y XVIII consistieron principalmente en plomo pero también había arsénico y otros elementos.
Los investigadores calificaron el descubrimiento como la evidencia más temprana de contaminación humana de la atmósfera a gran escala producida en América del Sur, la que había comenzado más de dos siglos antes de la Revolución Industrial.
Paolo Gabrielli científico medioambiental de la Universidad Estatal de Ohio, señaló que los contaminantes hallados en las alturas del glaciar son el recordatorio de las condiciones tristes y el destino brutal de decenas de miles de indígenas explotados en las operaciones mineras de plata en la época colonial.
«Sus condiciones de trabajo deben haber sido verdaderamente terribles. Muchos murieron a causa de los esfuerzos físicos extenuantes, pero también era frecuente el derrumbe de las galerías de las minas subterráneas, enterrando y matando a cientos de personas», dijo Gabrielli.
Lonnie Thompson, profesor de la Universidad Estatal de Ohio, describió al hielo de Quelccaya como una Piedra Rosetta para el estudio de la historia del clima, señalando que las muestras también pueden revelar las temperaturas del pasado, la aridez de la región, e inclusive la evolución de los virus y bacterias.
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