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Dejar de fumar beneficia a nuestra materia gris

El hábito de fumar ha sido constantemente señalado como uno de los responsables principales del deterioro de la salud de las personas.

Cáncer, asma, daño en las cuerdas vocales, pérdida de la capacidad intelectual son sólo algunos de los trastornos que el tabaco puede producir en nuestro organismo.

Un grupo de investigadores de la Universidad McGill acaba de publicar un estudio en el que sostiene que dejar de fumar podría ayudar a revertir el daño producido en la corteza cerebral.

Según los estudios llevados a cabo por el doctor Sherif Karama y sus colegas, los fumadores presentan una pérdida de materia gris en el cerebro mucho más rápida que la que registran los no fumadores, pero la novedad principal consiste en que, según los indicios con los que se cuenta hasta el momento, ese deterioro del córtex, la capa exterior que cubre el cerebro, puede revertirse una vez que se deja el cigarrillo.

El resultado se obtuvo luego de someter a estudios de imagen por resonancia magnética  a unas 500 personas mayores de 70 años, entre las que se incluyeron a 36 fumadores y a 223 ex fumadores.

El cerebro de los fumadores envejece más rápido.
El cerebro de los fumadores envejece más rápido. © Ng Han Guan

Recuperación lenta

Los investigadores establecieron un vínculo entre fumar y una aceleración del adelgazamiento del córtex cerebral, que contiene la materia gris. Si bien esa disminución es normal a medida que vamos envejeciendo, el fumador parece agregar velocidad al proceso.

El resultado más llamativo de la investigación es el hecho de que, entre quienes decidieron dejar el tabaco, tras un tiempo parece registrarse una recuperación parcial del grosor normal del córtex.

Sin embargo, el estudio advierte que se trata de un proceso lento, que en el caso de los grandes fumadores podría abarcar un período tan extenso como 25 años. Ese es el ejemplo de las personas que han consumido un paquete de cigarrillos durante 30 años. Ante un daño físico mayor, la capacidad del organismo para recuperarse es menor y, y aun cuando esta exista se necesitará mucho más tiempo para recobrar un estado de salud.

Cuanto más tiempo hayamos fumado, más lenta será la recuperación.
Cuanto más tiempo hayamos fumado, más lenta será la recuperación. © Paul Sakuma

Al menos en los casos estudiados, la reconstitución del córtex ha sido verificable año a año.

Para establecer el vínculo entre fumar y pérdida de masa del tejido cortical, los especialistas examinaron la asociación entre el adelgazamiento del córtex durante un período determinado y el tiempo transcurrido desde que el paciente fumó por última vez. Dado que todas las personas estudiadas fueron escaneadas en un mismo rango de edad, si el efecto del tabaco es reversible, quienes dejaron de fumar a edad más temprana deberían presentar en los estudios de resonancia un córtex más espeso que el de aquellos que continúan con el hábito.

Tabaco y salud mental

En el pasado, otras investigaciones ya habían señalado el nexo entre tabaquismo y la aceleración del declive cognitivo, aunque hasta el momento había resultado imposible establecer la rapidez de ese proceso y la posibilidad de revertir el mismo.

La pérdida de materia gris, que se traduce principalmente en menor memoria, menos capacidad cognitiva y una baja en la aptitud para adaptarse a la realidad, es considerada normal a medida que vamos envejeciendo.

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© MARY ALTAFFER

Pero cuando se agrega el factor tabaco, la situación se vuelve más compleja.

Si el hecho de fumar tiene una incidencia verificable y concluyente sobre la salud de nuestro cerebro, el dejar el hábito antes de que sea tarde podría servir  para postergar males como la demencia, al revertirse el desgaste del tejido cortical.

Datos alentadores en Canadá

Decrece el número de fumadores en Canadá.
Decrece el número de fumadores en Canadá. © PC/JONATHAN HAYWARD

Según la agencia de salud de Canadá, en los últimos años se ha registrado una reducción considerable en el número de fumadores.

Datos recogidos en 2012 indicaban la existencia de 4,6 millones de fumadores entre la población canadiense mayor de 15 años de edad. La cifra representa un 16 por ciento de la población, es decir, la tasa de tabaquismo más baja registrada en el país.

Un escenario promisorio se presenta para quienes quieren dejar de fumar.

Categorías: Salud, Sociedad
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