Este fin de semana se llevará a cabo en Estados Unidos la celebración de los premios Oscar, uno de los eventos anuales más reconocidos en la industria cinematográfica mundial.
Como siempre, en esta ceremonia estará presente un contingente de artistas y cineastas canadienses.
Por otra parte, uno de los rasgos en esta ocasión, se dice, es la casi total ausencia de la comunidad cinematográfica negra entre los candidatos a los premios.
A lo largo de su historia, el cine en América del Norte ha explorado desde distintos ángulos el tema racial. En 1962 el actor canadiense nacido en Montreal, William Shatner, de 32 años en ese entonces, interpretó el rol de Adam Cramer en la película “The Intruder”, El intruso.
En la película, Cramer, nativo de Los Angeles, dice que su trabajo es la reforma social. Lo que quiere es la continuidad de la discriminación racial contra la población negra, pero el tiro le saldrá por la culata.
Esta película, que tuvo un costo de 80.000 dólares, fue dirigida por Roger Corman. Se destaca la música compuesta por Herman Stein, cuyo estilo marcó las décadas siguientes.
Esta película, en blanco y negro, aborda el tema de la integración de los estudiantes afro-estadounidenses en las escuelas, presenta los símbolos del Klu Klux Klan y busca, al final, ser una propuesta pedagógica para entender el racismo.
Ejercicio de buena voluntad liberal, la película se detiene en los personajes, sin aproximarse lo suficiente a las causas profundas de la discriminación racial.
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