Desde hace varios meses, la caída del precio del petróleo es un tema que vuelve frecuentemente a las conversaciones en Alberta. Si el clima económico no es el mismo que hace algún tiempo en esta provincia canadiense, las grandes empresas que explotan las arenas bituminosas continúan aumentando su producción.
En Calgary, el analista de la firma Turnstone Strategy, Gil Lawson, está convencido de que la gran oferta a escala internacional forzará las petroleras a reducir la velocidad de su producción. “Mientras no haya una reducción de la producción, los precios del petróleo continuarán descendiendo”, advierte.
Ciertos gigantes energéticos canadienses anunciaron reducciones de sus inversiones o incluso de su mano de obra para responder al contexto económico.
En el momento de su actualización del mes de enero, la Asociación Canadiense de productores petroleros (ACPP) preveía una reducción del crecimiento de la producción para los próximos años.
Sin embargo, habrá crecimiento de la producción en el oeste del país para los próximos al menos dos años.
La Asociación Canadiense de productores petroleros (ACPP) espera que tres millones seiscientos mil barriles sean producidos en el oeste canadiense en 2015, o sea cerca de 150 mil más que en 2014.
El vicepresidente de la ACPP, Greg Stringham, explica que las petroleras “toman en consideración las inversiones que ya están hechas”.
El año pasado, se invirtieron 33 mil millones de dólares en el sector de las arenas bituminosas.
“Es difícil para ellos parar, explica el consejero en inversión financiera del Banco Nacional, Bruno Mercier. Hay dinero que fue invertido en esto. Si ya comenzamos a perforar algo, dependiendo dónde nos encontremos en el proceso, no vamos a querer parar”, dice.
Según él, la reacción de los grandes grupos petroleros es completamente normal. Él estima que numerosos habitantes de Alberta, si enfrentaran dificultades económicas similares, hubieran reaccionado de manera similar.
“[Las explotaciones de arenas bituminosas] son proyectos de treinta años. Cuando compramos nuestra casa, no la compramos diciéndonos que nos podemos permitir esta inversión solo por un año. Es lo mismo cuando pasamos por un mal momento, vamos a tratar de conservarla por el mayor tiempo posible. Tenemos un cierto optimismo”.
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