Amal Clooney, la abogada del periodista canadiense de la cadena de televisión Al Yazira, Mohamed Fahmy, que pasó más de un año encarcelado en Egipto, afirma que el gobierno canadiense no hizo lo suficiente para obtener su liberación.
Fahmy está actualmente en libertad bajo fianza mientras espera un nuevo proceso por la acusación de terrorismo. El periodista tuvo que renunciar a su ciudadanía egipcia para facilitar su deportación hacia Canadá, pero las autoridades se siguen negando a deportarlo por razones desconocidas.
Amal Clooney lamenta que los llamados hechos al primer ministro canadiense Stephen Harper para que descuelgue el teléfono e intervenga personalmente, hayan sido ignorados hasta el momento.
La abogada de Fahmy afirma en un comunicado que el gobierno canadiense había prometido que su cliente sería liberado. Y que como esto no se produjo, la única reacción del gobierno canadiense fue emitir un breve comunicado publicado por un ministro de segundo orden.
“Estos tímidos gemidos son inadecuados cuando llega el momento de aplicar un acuerdo concluido entre dos estados soberanos en lo que respecta a la liberación de un ciudadano” Amal Clooney, abogada de Mohamed Fahmy.
Carl Vallée, portavoz de Stephen Harper, afirma que el Primer ministro evocó personalmente el caso con el presidente egipcio. Pero no quiso precisar si Stephen Harper había hablado personalmente por teléfono con Abdel Fattah Al-Sissi, o si había intentado hacerlo.
“Nosotros seguimos preocupados por este asunto y seguimos pidiendo su liberación completa e inmediata (…) Somos optimistas que la situación se solucionará” Carl Vallée, portavoz de Stephen Harper.
El jefe del Nuevo Partido Democrático, NPD y jefe de la oposición oficial, Thomas Mulcair intentó en vano preguntar al Primer ministro si había hablado por teléfono con el presidente egipcio. “Evidentemente, el gobierno conservador no ha hecho todo lo que está a su alcance para ayudar a este ciudadano” afirma Karl Bélanger, portavoz de Thomas Mulcair.
Por su parte, Mohamed Fahmy dice que no comprende por qué el gobierno canadiense adopta una posición “tan conservadora”.
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