Tabaré Vázquez asumió este domingo la presidencia de Uruguay, en el tercer mandato consecutivo de la izquierda en el pequeño país sudamericano.
Su antecesor, José Mujica, altamente apreciado en América Latina, le deja una economía con acento social en la que quedan temas pendientes como la educación, el déficit fiscal y la inseguridad ciudadana.
Mujica fue miembro de Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y pasó en prisión más de una década.
Tabaré Vázquez es un reconocido oncólogo de 75 años de estilo cauto y respetuoso de los protocolos. Fue él quien llevó por primera vez a la izquierda al poder en 2005. En esta ocasión él asume la conducción del país tras una gestión presidencial de Mujica que se caracterizó por su franqueza y sencillez.
Para Vázquez, su predecesor será «un punto de referencia de primer orden» y anticipó que hará hincapié en la continuidad de las políticas sociales que permitieron reducir la pobreza y la indigencia a niveles históricos mínimos.
«Hace exactamente diez años, desde este mismo lugar me dirigía a la Asamblea general del Poder legislativo en ocasión de asumir la presidencia de la República Oriental del Uruguay. Hoy la vida me da una segunda oportunidad», dijo en la apertura de su discurso que siguió a su juramentación.
Al destacar los principios de independencia del país, hizo referencia a la atención de los más desfavorecidos y a la integración regional. «Estos valores serán los referentes axiológicos que inspirarán y animarán las políticas y medidas concretas que desde nuestro Gobierno impulsaremos», dijo Tabaré Vázquez.
Al acto de juramentación en el Congreso, al que asistieron la mayoría de presidentes de región y autoridades de diferentes partes del mundo, siguió la entrega de la banda presidencial tras una caravana en la que fue ovacionado por miles de seguidores.
Mujica, tras entregar la banda a su sucesor, pidió al pueblo uruguayo «hacer todo lo posible por ayudar a un Gobierno que arranca. Darle toda la fuerza que pueda (porque) si le va bien, mejor le va a ir al país». Luego se retiró en su Volkswagen 1987 modelo Escarabajo de color celeste rumbo a su humilde chacra.
Los ausentes en la asunción de Tabaré Vázquez fueron el presidente Nicolás Maduro, quien a última hora suspendió su viaje por la situación política en Venezuela, y el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, quien canceló su presencia por razones de salud.
El nuevo presidente uruguayo ganó en noviembre en segunda vuelta con un 56,5 por ciento de los votos, superando en 13 puntos a su oponente de centro, con la promesa de continuidad de las políticas sociales y económicas que caracterizaron a las dos anteriores gestiones de izquierda.
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