Edward Snowden, el exagente de Seguridad Nacional cuyas revelaciones sobre escuchas por parte de los servicios de Inteligencia provocaron un escándalo mundial, podría retornar a Estados Unidos si se le garantiza un juicio justo.
El abogado ruso de Snowden, Anatoli Koutcherena, dijo que está dispuesto a colaborar con sus colegas estadounidenses y alemanes para avanzar en el asunto, pero se negó a brindar más detalles.
El secretario de Justicia estadounidense ya habría prometido a Snowden que no correría riesgo de ser condenado a muerte. El exagente es considerado por muchos como un traidor a su país, revelando información considerada como sensible en materia de seguridad nacional.
En 2013, Snowden acordó sendas entrevistas a los diarios Washington Post, de Estados Unidos, y The Guardian, de Gran Bretaña, para revelarles informaciones secretas en torno al programa de vigilancia llevado a cabo por la Agencia de Seguridad Nacional, conocida por sus siglas en inglés NSA.
Poco después, el gobierno de su país lo acusó de espionaje y pidió su detención a las autoridades de Hong Kong. El especialista informático viajó entonces a Rusia, donde le fue concedido asilo por 3 años.
Snowden, quien anteriormente había trabajado en la CIA, decidió hacer sus revelaciones en 2013 al considerar que el programa de vigilancia llevado a cabo por la NSA destruiría la vida privada de sus conciudadanos e implicaba una violación de las libertades esenciales en todo el mundo.
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