Las alergias que desarrollan los niños ante determinados productos, como el maní, pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza para los padres.
Alcanza con tomar en cuenta las estrictas normas que rigen la alimentación en las guarderías infantiles y, por consiguiente, los alimentos que los niños pueden llevar en sus mochilas cuando asisten a esos establecimientos.
Durante años, los médicos han recomendado la abstinencia total de productos que pueden provocar alergia a un niño. Así, miles de menores canadienses evitan consumir cualquier producto que contenga maní como si se tratase del peor de los venenos.
No obstante, contrariando todas las expectativas, la cantidad de niños con alergia hacia el maní ha conocido una verdadera explosión en los años recientes en Canadá.
Ahora, contradiciendo todas las creencias, presupuestos e indicaciones, un estudio realizado por científicos británicos viene a decirnos que no consumir un alimento no sólo no garantiza que nuestro organismo va a tolerarlo en el futuro, sino que podría favorecer el desarrollo de una alergia hacia el mismo.
A contrapelo de todo lo sostenido hasta el presente, la investigación de alergistas del King’s College de Londres, en el Reino Unido, sostiene que el consumo temprano de maní podría ayudar a evitar la aparición de una alergia contra ese producto.
Así nos lo cuenta el siguiente reportaje de Luis Laborda.
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