Análisis de los resultados de las elecciones en Israel

Finalmente y contra todas las predicciones de los sondeos, el Likud, el partido del primer ministro Benjamín Netanyahu, obtuvo 30 de los 120 escaños de la Knesset o del Parlamento israelí si prefieren, contra 24 para su más próximo rival, la Unión Sionista de Isaac Hertzog. Lo cual le permite poder negociar una nueva coalición y seguir en el poder por un cuarto mandato, de los cuales 3 consecutivos.

Ir a contracorriente de los sondeos es algo que no sorprende a Benjamín Netanyahu, porque justamente, eso ocurrió una vez cuando en 1996 ganó por un estrecho margen las elecciones que todo el mundo pensaba que iba a ganar Shimon Peres y que lo llevaron a su primer mandato a la cabeza de Israel. En Israel se decía en ese momento, “que se fueron a dormir con Shimon Peres y se despertaron con Benjamín Netanyahu”.

Es quizá, debido a esta experiencia que Benjamín Netanyahu arremetió con todo en la recta final, afirmando que si era elegido se comprometía a oponerse con firmeza contra la creación de un Estado Palestino y que continuaría con la implantación de colonias judías en los Territorios palestinos.

En otras palabras, Netanyahu jugó muy bien sus cartas y movilizó a la derecha nacionalista con esas promesas, afirmando que tenían que ir a votar porque los ciudadanos árabes-israelíes iban a votar de una forma masiva y que había que contrarrestar este voto.

Esta movilización de la base nacionalista israelí dio sus frutos. Pero que ganara Netanyahu o que hubiera ganado Hertzog, no cambia absolutamente nada para los árabes-israelíes, cuya coalición les permitió terminar en tercer lugar, porque la diferencia entre los dos principales partidos en estas elecciones, el Likud y la Unión Sionista, “es más estilística y retórica” que de contenido, afirma Yakov Rabkin, judío ruso-canadiense, profesor de Historia en la Universidad de Montreal y autor del libro Contra el Estado de Israel. Historia de oposición judía al sionismo.

Yakov Rabkin dice en entrevista con Pablo Gómez Barrios que “existe un consenso que  representa Benjamín Netanyahu y para la comunidad internacional es instructivo ver ahora la verdadera cara de la sociedad israelí en cuanto a las relaciones con los palestinos en Israel y fuera de Israel”.