Cirujanos del Hospital Universitario de Alberta constituyen el primer equipo en América del Norte en utilizar una tecnología para prolongar la viabilidad del hígado, antes que sea trasplantado.
Tradicionalmente, en el transcurso de un trasplante hepático, el hígado es conservado en un recipiente especial, que lo mantiene a baja temperatura, por un máximo de 10 horas.
Ese proceso da al receptor y a los cirujanos el tiempo necesario para prepararse para la intervención quirúrgica. Con la nueva tecnología, denominada “Metra”, el órgano puede ser mantenido hasta 24 horas, una vez que se ha efectuado la ablación.
Esas 14 horas suplementarias de conservación ofrecen la ventaja de poder transportar el órgano de una costa a otra del país. El nuevo procedimiento facilita, también, la conservación del hígado en un mejor estado, ya que sus tejidos no resultan estropeados por el hielo que se halla en el interior de la heladera utilizada tradicionalmente para el transporte.
“Cuanto más tiempo los órganos de los donantes permanecen en el hielo, menos viables son, porque los mismos necesitan oxígeno y nutrientes”, sostiene el doctor James Shapiro, cirujano y director de trasplantes hepáticos del Servicio de Salud de la provincia de Alberta.
La tasa de éxito de los trasplantes va a mejorar con el nuevo procedimiento, afirma el especialista.
Por su parte, la directora del Instituto de Trasplantes de Alberta, Lori West, creé que la nueva tecnología va a permitir aumentar en 10 por ciento el número de trasplantes hepáticos a nivel provincial.

¿Cómo funciona el dispositivo Metra?
Una vez que el hígado del donador es retirado del cuerpo, los cirujanos lo conectan mediante tubos a los vasos sanguíneos principales del receptor, lo que permite al órgano seguir recibiendo el oxígeno y los nutrientes que necesita para conservarse en buen estado. Una vez completada esta etapa, la circulación sanguínea del hígado es entonces ininterrumpida y su temperatura es mantenida al nivel de la temperatura corporal, aun cuando se encuentre al exterior del cuerpo humano.
“Soy muy optimista respecto a esta tecnología”, sostiene el doctor Shapiro. “La misma podría salvar vidas al permitirnos llevar a cabo un número mayor de trasplantes, hechos de manera más segura”, agregó.
Mediante el nuevo procedimiento, el hígado sigue funcionando y produciendo bilis en todo momento.
En Edmonton, Wilfred Siu es un paciente que ha sido tratado con esta tecnología. El hombre fue diagnosticado en 2010 con un cáncer de hígado y sometido a numerosos tratamientos de cirugía, antes de ser inscripto en la lista de espera de trasplantes hepáticos.
“No tenía mucha idea de qué esperar, dice Siu, pero estoy contento de que esta tecnología exista en Edmonton y de que yo haya podido beneficiarme de ella”.
La capital de Alberta detenta el segundo programa de trasplante de hígado más grande de Canadá. En 2014, 77 cirugías de ese tipo fueron llevadas a cabo en el Hospital Universitario de Alberta y 126 pacientes se encuentran actualmente en lista de espera en el marco del programa llevado a cabo por ese centro médico.
Sólo otro dispositivo Metra se encuentra disponible en el país, en la ciudad de Toronto.
El Metra fue desarrollado por dos profesores de la Universidad de Oxford, tras 15 años de investigaciones. El mismo permite, además, efectuar análisis sobre el hígado antes que el mismo sea trasplantado.

Causas y extensión de las enfermedades hepáticas
Según la Fundación Hepática Canadiense, en el país se llevan a cabo anualmente cerca de 400 trasplantes hepáticos.
Lejos de los estereotipos existentes, que ligan las enfermedades del hígado a un consumo exagerado de alcohol, la Fundación recuerda que existen más de 100 formas de males hepáticos provocados por diversos factores, y que las personas afectadas son desde bebés hasta ancianos.
La cirrosis, que se asocia al consumo del alcohol es, en realidad, un estado que resulta de una lesión o de una cicatrización permanente del hígado. Pero, además del alcohol, entre las causad de enfermedad hepática hay que citar la hepatitis viral, la obesidad, cuestiones genéticas, problemas de autoinmunidad, el cáncer y las drogas y toxinas.
La Fundación brinda un servicio de apoyo a todas las personas afectadas de un mal hepático y a sus familias. A tal efecto, se encuentra a disposición una línea telefónica nacional gratuita con el número 1-800-563-5483. También se puede recurrir a la página Internet de la Fundación Hepática Canadiense.
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