Decenas de miles de personas marcharon en Túnez «contra el terrorismo» en respuesta al ataque con bomba en el Museo del Bardo el 18 de marzo que mató a 22 personas, entre ellas 21 turistas.
«Túnez libre, terrorismo fuera», «nuestro país es más fuerte que ustedes», se oía, mientras muchos de los manifestantes ondeaban banderas tunecinas.
La marcha tuvo lugar bajo alta vigilancia de la policía. Las carreteras fueron cortadas, los francotiradores se ubicaron en los techos y los helicópteros sobrevolaron la zona de la manifestación, mientras miles de policías y soldados fueron desplegados en los alrededores.
El partido islamista Ennahda, parte del gobierno de coalición y segunda fuerza política, llamó a sus miembros a participar en la marcha «para expresar la unidad frente a ese peligro y su determinación de defender su patria y preservar su libertad».
El Frente Popular, coalición de izquierda y la prinipal oposición, anunció por su parte, que no iba a participar en el evento, acusándo de «hipocresía» a algunos participantes, en una clara referencia a Ennahda.
Los terroristas muertos
En respuesta al ataque al museo Bardo, nueve islamistas del grupo Okba Ibn Nafaa fueron asesinados la noche del sábado por agentes de la Guardia Nacional de Túnez, en el centro-oeste del país, dijo el gobierno.
Entre ellos se encontraba el líder islamista argelino Khaled Chaib, acusado de haber llevado a cabo la mayoría de los recientes ataques en Túnez en nombre del grupo, que opera en las montañas en la frontera con Argelia.
El gobierno acusó a Okba Ibn Nafaa, que está vinculado a Al Qaeda en el Magreb Islámico, de estar detrás del ataque contra el museo, aunque éste ha sido reivindicado por el grupo armado EI.
Según las autoridades, Okba Ibn Nafaa es responsable de la muerte de decenas de policías y soldados desde diciembre de 2012.
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