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El ejercicio, un remedio para la pérdida de la memoria

La falta de ejercicio tiene un efecto directo sobre la pérdida de memoria en personas saludables, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Montreal y del Instituto universitario de Geriatría.

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© SRC

El estudio vincula el endurecimiento de las arterias con la edad y el cerebro. Se piensa que el ejercicio podría preservar la elasticidad de las arterias y retardar el envejecimiento cognitivo y la pérdida de memoria. Además, la actividad física podría prevenir el daño cerebrovascular.

«Encontramos que los adultos mayores que tienen una mejor condición física y una capacidad aeróbica obtienen también  mejores resultados en una prueba cognitiva», dijo la investigadora Claudine Gauthier.

«Lo que demostramos es que, dentro de una población considerada normal, las personas que hacen ejercicio desde hace un largo tiempo, es  decir que han aumentado la capacidad respiratoria, tienen un mejor rendimiento cognitivo» dijo Gauthier, que está completando sus estudios posdoctorales en Alemania.

Reducción del riesgo de demencia

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Claudine Gauthier tiene un doctorado en neurociencia y un postdoctorado en el Instituto Max Planck for Human Cognitive and Brain Sciencies en Leipzig, Alemania © UdM

¿Se puede concluir que el ejercicio reduce el riesgo de desarrollar demencia o la enfermedad de Alzheimer? Sí, por supuesto. Otros estudios ya lo han demostrado, pero es un tema un tanto polémico. Hay estudios que muestran que tiene un efecto protector y otros menos. Pero, en general, los resultados en la literatura científica sugieren que las personas que hacen ejercicio durante su vida,  tienden a desarrollar demencia a un ritmo inferior al de la población más sedentaria «, explica Gauthier.

El estudio de los investigadores de la Universidad de Montreal comparó un grupo de 31 jóvenes de 18 a 30 años con otro de 54 personas de entre 55 y 75 años. Todos los participantes eran físicamente sanos y no tenían problemas cognitivos. Las personas que estaban tomando medicamentos para la presión arterial alta o por un colesterol elevado se excluyeron del estudio a fin de no falsear los resultados.

Además de medir el consumo de oxígeno a los 30 segundos después de un esfuerzo intenso, los investigadores han hecho pasar tres pruebas de imagen de resonancia magnética (MRI) a los participantes para evaluar el flujo sanguíneo en el cerebro. Esta es la primera vez que se utilizan pruebas de resonancia magnética en este tipo de investigación.

A los efectos del estudio, el ejercicio no significaba un entrenamiento intenso sostenido. «No tenemos mediciones muy precisas de lo que la gente hacía como ejercicio, pero la mayoría tenía que simplemente caminar,  tal vez un ejercicio moderado varias veces a la semana. Pero nadie se estaba ejercitando de manera súper intensa «, dijo Gauthier.

«La recomendación especialmente para las personas un poco mayores,  es hacer tres, cuatro veces a la semana, una hora de ejercicio de intensidad moderada, o una buena marcha hasta quedarse un poco sin aliento», añadió.

El entrenamiento físico es bueno incluso para personas muy mayores

Los beneficios del entrenamiento físico se sienten en todos los adultos mayores, incluso los más ancianos y frágiles, muestra otro estudio realizado por el Instituto Universitario de Geriatría de Montreal.

El Dr. Louis Bherer y sus colegas explican que los efectos positivos del ejercicio en las capacidades físicas y cognitivas y la calidad de vida son evidentes después de sólo tres meses.

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Dr. Louis Bherer es director científico de PERFORM, un centro de investigación clínica de la Universidad Concordia

Dr. Louis Bherer es director científico del Centro PERFORM, un centro de investigación clínica de la Universidad Concordia que promueve una mejor salud. “Estudios fuera de Canadá han demostrado que el ejercicio puede reducir el riesgo de desarrollar demencia en un 30 por ciento”.

Este descubrimiento es una buena noticia, ya que el aumento de la esperanza de vida se asocia con un aumento en el número de ancianos frágiles, dice el Dr. Bherer.

La fragilidad aumenta la vulnerabilidad al estrés y a los efectos adversos potenciales. Se asocia con un alto riesgo de caídas, hospitalización, deterioro cognitivo y trastornos psicológicos.

«Por primera vez, los ancianos frágiles pudieron participar en un estudio sobre el entrenamiento físico.  Mi equipo fue capaz de demostrar que un anciano, frágil y sedentario puede beneficiarse de importantes mejoras en sus funciones cerebrales, por ejemplo, la memoria y las funciones físicas, y también la calidad de vida. » – Dr. Bherer

Los autores de este trabajo publicado en los Journals of Gerontology  quieren ahora adaptar el programa de ejercicios utilizados en este estudio para ponerlo a disposición de la población de adultos mayores. Ellos tienen la esperanza de que las personas mayores sanas o frágiles puedan permanecer más tiempo en casa.

Categorías: Salud, Sociedad
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