Cuando el profesor Allen Downs de la Universidad de Minnesota, entró a esa cantina de la Ciudad de México, no sabía que el amor lo esperaba. Al entrar, escuchó cantar a Anastasia Sánchez, una indígena mixteca, que se había escapado de su pueblo a los 15 años para ir a cantar en la ciudad. Se enamoró inmediatamente de ella y Lila Downs, una de las voces más singulares del mundo, nacería cierto tiempo después.
Lila creció entre Minnesota y Oxaca y su música se inspira de las rancheras y la música de México y Sudamérica, pero también del folk, jazz, blues y hip hop estadounidense. La letra de sus canciones tiene un denso contenido social que cuentan todo tipo de historias de justicia, de violencia, de amor, de trabajadores migrantes del México rural que buscan mejor suerte en Estados Unidos, entre otras.
Lila Downs se ha consolidado desde hace una década en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa como la cantautora popular mexicana de mayor conciencia social.
El pasado jueves 26 de marzo presentó en Ciudad de México su octava grabación de estudio Balas y Chocolate. El disco comienza con el tema Humito de Copal, compuesto por Lila y su esposo Paul Cohen, “dedicado a todas las compañeras y hermanos periodistas en la línea de fuego”.
El domingo 26 de abril próximo a las 7 de la noche, Lila Downs presentará Balas y Chocolate en un concierto en el Chan Shun Concert Hall de la ciudad de Vancouver.
EscuchePablo Gómez Barrios conversó con ella recientemente, después de la presentación de su disco en Ciudad de México.
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