El Glaciar Crowfoot en Alberta.
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La desaparición de los glaciares de Columbia Británica y Alberta en el 2100

El setenta por ciento de los glaciares en Columbia Británica y Alberta podría desaparecer para el año 2100, según un estudio publicado en la revista científica Nature Geoscience.

El estudio llevado a cabo durante 10 años es el resultado de una colaboración entre investigadores de la Universidad de British Columbia (UBC), la Universidad del Norte de Columbia Británica, la Universidad Victoria y la Universidad de Islandia. Ellos utilizaron simulaciones climáticas y modelos de computadora para hacer pronósticos detallados del futuro de los glaciares en el oeste de Canadá.

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Según los datos recogidos, el aumento de las temperaturas,  causado especialmente por las emisiones de dióxido de carbono (C02), dará lugar a derretimientos más grandes en algunas áreas.

Los glaciares del interior de Columbia Británica y en las Rocosas podrían perder más del 90% de su volumen. Los que están en la costa noroeste de Columbia Británica deberán «disminuir, pero sobrevivir», dijo el estudio.

El autor principal, profesor emérito en glaciología de la UBC, Gary Clarke, dice que los ecosistemas de agua dulce que se alimentan de agua de deshielo de los glaciares en verano sufrirán un impacto importante.

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Gary Clarke, profesor emérito en glaciología de la Universidad de Columbia Británica © UBC

«Estos glaciares juegan un papel de termostato en los ecosistemas de agua dulce. Una vez que los glaciares hayan desaparecido, los arroyos se calentarán y eso cambiará dramáticamente el hábitat de agua dulce «, dijo.

Gary Clarke sostiene que estos cambios podrían poner en peligro el desove del salmón en los ríos afectados.

Impacto hidroeléctrico

El derretimiento previsto tendrá también un impacto sobre la energía hidroeléctrica generada por arroyos alimentados por glaciares, y sobre el turismo en las dos provincias.

Garry Clarke dice que ya está trabajando con la empresa BC Hydro para planificar cambios en la explotación de la energía hidroeléctrica.

Sin embargo, destacó que se espera que el cambio climático en Columbia Británica cause un aumento de las precipitaciones. La lluvia podría entonces hacer frente a la falta de agua del deshielo en los ríos.

El Athabasca está en peligro

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Los turistas caminan en el glaciar Athabasca, una parte del Campo de Hielo Columbia en el Parque Nacional Jasper, el 7 de mayo. El gerente del parque, dice que el glaciar podría desaparecer dentro de una generación. © (Canadian Press / Jeff McIntosh)

El glaciar más grande en el campo de hielo Columbia, en el Parque Nacional Jasper en Alberta, podría desaparecer casi por completo en los próximos 85 años, según el estudio.

El glaciar Athabasca es una fuente importante de deshielo de nieve y de hielo de las cuencas de los ríos Athabasca, Columbia y Saskatchewan. El glaciar, visitado por millones de personas todos los años, pierde en la actualidad más de cinco metros de hielo por año.

Si la emisión de CO2 en la atmósfera aumenta a 1.370 partes por millón (ppm) para el año 2100, el glaciar será reducido a casi nada.

El estudio señala que la tasa de emisión de CO2 es actualmente de alrededor de 400 ppm.

Clarke espera que el valor en el estudio no sea sólo práctico, sino que también ayudará a la gente a entender mejor las consecuencias del cambio climático y motivarlos a tomar medidas contra un problema que describe como urgente y «muy serio».

«Si miras y dices, aquí está el glaciar sobre el que esquías en este momento,  y esto es como se verá en  20, 30, 50 años en el futuro» y se pueden ver las consecuencias, creo que es un mensaje fuerte. Funciona un poco más visceral para las personas que no son “científicos”.

Una investigación más complicada de lo imaginado

El estudio llevó 10 años de trabajo. En colaboración con investigadores de la Universidad de Islandia, la Universidad de Victoria, de la Universidad de Columbia Británica del Norte, el mismo incorporó la «física flujo» de hielo y nieve en un modelo informático del oeste de Canadá y sus glaciares.

«Fue mucho más complicado de lo que imaginamos», recordó Clarke.

El punto de partida del análisis fue desde hace 2.000 años, y predijo con exactitud lo que los glaciares parecen hoy.

«Entonces, los sometimos al clima del futuro y vimos qué pasa con ellos», dijo Clarke.

Él piensa ahora que la técnica que se ha elaborado, sería útil para aplicarla a otras partes del mundo – algo que él está interesado en ayudar.

Pero no quiere más dirigir personalmente otro estudio como éste.

«Es un poco deprimente realmente, hacer el cálculo de las pérdidas todo el tiempo», dijo. «No me metí en la ciencia para ser ese tipo de persona.»

Aunque él quisiera, sería difícil encontrar financiamiento.  Incluso respecto a la investigación actual, será complicado poner todas las piezas juntas. Eso se debe a que se inició hace una década y fue financiado por la Fundación Canadiense para el Clima y Ciencias de la Atmósfera, que fue lanzado bajo el primer ministro liberal Jean Chrétien y no renovado por el gobierno conservador de Stephen Harper cuando sus fondos se agotaron en 2011.

 

Categorías: Medioambiente y vida animal, Política
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