El drama de los migrantes en el Mediterráneo continúa lejos de las cámaras. Diez de ellos fueron encontrados muertos y alrededor de 5.800 personas fueron socorridas frente a las costas de Libia este fin de semana. Los migrantes fueron llevados a Italia.
Según los guardacostas, los pasadores aprovechan las condiciones meteorológicas favorables para acelerar la cadencia y enviar el mayor número de embarcaciones posibles, a menudo en mal estado y sobrecargadas, hacia la ribera norte del Mediterráneo.
Italia coordina la operación europea Triton, de búsqueda y rescate, que cuenta con por lo menos 13 barcos que patrullan el Mediterráneo, en particular cerca de la costa de Libia.
Pocos días después del naufragio de barco que provocó la muerte de 900 personas, la Unión Europea decidió triplicar los recursos financieros destinados a la Operación Tritón. Pero la anarquía que reina en Libia, juega en favor de los pasadores que no quieren abandonar este jugoso filón. Según la justicia italiana, estos pasadores reciben alrededor de $108.000 dólares cada vez que sale un embarcación cargada.
Italia, que es el principal destino de los migrantes a partir de Libia, estima que 200.000 migrantes podrían llegar al país antes del fin de año, 30.000 más que el año pasado.
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