Photo non datée d'Omar Khadr, fournie par la prison de Bowden, à Innisfail.

El canadiense Omar Khadr, actualmente detenido en la prision de Bowden, Alberta.
Photo Credit: PC / HO

«El gobierno canadiense está causando un ‘daño irrevocable’ a los derechos de Omar Khadr»

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En las próximas horas la justicia canadiense deberá decidir si el canadiense Omar Khadr puede ser liberado bajo fianza.

Omar Khadr es el canadiense de 15 años que fue capturado en su condición de niño soldado por tropas estadounidenses tras una escaramuza en Afganistán en 2002, en la que murió un soldado estadounidense.

Tras ser baleado en la espalda por un militar estadounidense, Omar Khadr fue torturado en la Base Aérea de Bagram y luego trasladado a la prisión militar estadounidense en Guantánamo, donde permaneció por diez años, sometido a constantes interrogatorios.

Además de ser uno de los detenidos más jóvenes en Guantánamo, y el último ciudadano de un país occidental encerrado en esa polémica prisión, el gobierno canadiense del primer ministro Stephen Harper se negó a pedir su repatriación o extradición pese a los pedidos en este sentido de parte de UNICEF, Amnistía Internacional, la Asociación Canadiense de Abogados, y otras organizaciones.

Finalmente, y pese a la resistencia del gobierno federal canadiense, Omar Khadr fue repatriado el 29 de septiembre de 2012, primero a una cárcel en Edmonton. Desde febrero de 2014 él se encuentra en la prisión de Bowden, en la provincia de Alberta.

Previamente, Khadr se declaró culpable de haber cometido crímenes de guerra ante una desacreditada Comisión militar estadounidense, aceptando una sentencia de 8 años de cárcel, además de los diez que ya había permanecido tras las rejas. Esto con la posibilidad de retornar a Canadá para cumplir el resto de su sentencia, según los acuerdos diplomáticos entre Canadá y Estados Unidos.

A seis meses de las próximas elecciones federales, el gobierno del primer ministro Stephen Harper está haciendo todo cuanto está a su alcance para impedir la liberación bajo fianza de Omar Khadr.

Previamente, un juez había señalado que Khadr debería ser liberado, debido a que no representa una amenaza para la seguridad del país.

Este caso fue abordado en un editorial por el periódico canadiense de circulación nacional, The Globe and Mail, este pasado lunes, bajo el título “Ottawa está causando un ‘daño irreparable’ a los derechos de Omar Khadr.”

La solicitud del Ministerio canadiense de Justicia ante la Corte de Apelaciones de Alberta de una suspensión de emergencia de la libertad bajo fianza para Omar Khadr no tiene sentido, es inútil y profundamente preocupante, dice el editorial del Globe and Mail.

Los términos precisos de su fianza aún no fueron establecidos. Sin embargo, el Ministro de Seguridad Pública, Steven Blaney, dejó saber que el gobierno acudirá a otro tribunal para argumentar en contra de la libertad bajo fianza de Omar Khadr, con la afirmación inverosímil de que su puesta en libertad causaría un «daño irrevocable.» ¿A quién?, ¿Cómo?

El gobierno no ha disputado las pruebas y argumentos de los abogados de Omar Khadr que sostienen que él ha sido un prisionero de conducta ejemplar.

Es cierto que a Omar Khadr se le permitió regresar a Canadá en 2012 bajo el entendimiento de que cumpliría la totalidad de su pena de cárcel, como lo habría tenido que hacer en la cárcel de Guantánamo, Cuba.

Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ya no quiere más problemas a causa de Omar Khadr. El gobierno de Obama estaría feliz si pudiera resolver de manera igual el caso de otras personas en situación similar que aún están bajo su control.

Los estadounidenses no tienen ningún deseo de encarcelar nuevamente a Omar Khadr. Todo lo contrario. Un portavoz del Departamento de Estado dijo el pasado viernes que la liberación bajo fianza de Omar Khadr en Canadá no dañaría las relaciones diplomáticas entre ambos países. Lo cual no es una sorpresa para nadie, ni siquiera en Ottawa.

Tener que tratar con los funcionarios regañones del gobierno de Canadá, sin duda no es tan malo como haber sido convertido en niño soldado por su propia familia fanática terrorista, caer atrapado en un tiroteo en Afganistán en 2002 y luego ser encarcelado, torturado, privado de sueño y colgado de los brazos por agentes del gobierno de Estados Unidos, con el fin de obtener confesiones falsas y en parte falsas. Pero esto no es motivo para seguir privando de libertad a Omar Khadr.

El Sistema penal de Canadá ya ha clasificado a Omar Khadr como prisionero de mínima seguridad. La vergonzosa manipulación de este caso por parte del gobierno canadiense deja la impresión inequívoca de que se está manipulando un procedimiento legal con el único propósito de ganar el favor de la base electoral conservadora. Entonces, ¿quién es exactamente la amenaza para Canadá?, se pregunta finalmente el editorial del periódico canadiense de circulación nacional The Globe and Mail.

Categorías: Internacional, Política, Sociedad
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