Filipe Batista, un especialista de la música portuguesa en Montreal, dirige el grupo Lusitaniae Musica, integrado por la clavecinista Ingrid Hollerbach, el violoncelista Mario Giroux y la cantante de fados Cathy Pimentel. El fado es un género musical nativo de Portugal, inscrito en el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO.
Este pasado miércoles, el grupo Lusitaniae Musica compartió la escena de la Plaza de las Artes junto con el trío de guitarras Raízes de Coimbra, compuesto por Rui Pato, Octavio Sergio y Paulo Alexandre. Los dos primeros reconocidos por su papel de artistas comprometidos con el movimiento de la Revolución de los Claveles, que en 1974 sacó del poder a la dictadura militar en Portugal.
Este grupo presentó a los melómanos de Montreal un concierto en el que se destacó la especificidad de los fados de Coimbra, en contraposición a los fados de Lisboa.
Entrevistado por Radio Canadá Internacional, Filipe Batista, director del grupo Lusitaniae Musica, explica que el fado es un género musical que enfatiza la noción de la nostalgia.
Batista también explicó que los fados de Lisboa y los de Coimbra tienen orígenes diferentes. El de Lisboa más influenciado por la herencia africana que llegó a Portugal a través de Brasil, más cercano en su evolución histórica al tango, ya que es un género musical que florece en los espacios marginales, en los bares de marineros, las tascas de Lisboa, y el fado de Coimbra, influenciado más bien por el Bel Canto italiano.
Según Filipe Batista, el fado llegó a las grandes ciudades de Canadá en las maletas de los inmigrantes portugueses en la década de los años 60. Su escenario natural en Montreal, que fue una de las ciudades donde esta música echó raíces, fueron los restaurantes portugueses, así como las fiestas de la comunidad portuguesa.
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El público canadiense de raíces inglesas y francesas recibió este género musical con los brazos abiertos, según Batista, y en la actualidad los jóvenes canadienses de origen portugués continúan siendo el público natural para este ritmo profundamente marcado por la nostalgia de la tierra, la partida y la inmigración.
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