“Hay que tratar la pobreza como enfermedad, por el estrés tóxico que causa. El estrés altera las funciones del sistema inmunitario, aumenta las inflamaciones, las enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras”. Dr. Gary Bloch
Las personas que viven en la pobreza en Canadá tienen más probabilidades de ser una carga en el sistema de atención de salud. Pero abordar el tema de la inequidad podría prevenir tanto las complicaciones médicas como disminuir los gastos de salud, dicen médicos canadienses y expertos en salud pública.
EscucheEl top cinco por ciento de los usuarios de servicios de salud en las provincias de Ontario y Manitoba cuenta al menos por dos tercios de los gastos de salud, sugieren estudios anteriores, es decir ese 5% de la población consume el 66% del presupuesto destinado a la salud pública.
«Hemos encontrado que las personas con menor nivel socioeconómico, es decir con menores ingresos, menor nivel educativo, con inseguridad alimentaria, con problemas de vivienda, iban a utilizar probablemente con mayor frecuencia el sistema de salud en los próximos cinco años», dijo Laura Rosella, autora principal del estudio y profesora asistente en la Dalla Lana Escuela de Salud Pública, en la Universidad de Toronto”.
Nicole Cormier, de 36 años, tiene problemas para llegar a fin de mes con su marido, que está sin trabajo, y su hijo, que tiene problemas de desarrollo.
«Fui hospitalizada recientemente por problemas cardíacos benignos y creo que eso se debe en gran medida al estrés», dijo Cormier, una estudiante de doctorado. Sus opciones de becas se han agotado y los préstamos estudiantiles están aumentando.
«Puede ser día a día o semana a semana la lucha por saber dónde vamos a conseguir el dinero del alquiler, o cómo vamos a pagar en el supermercado, o cómo vamos a conseguir pagar los servicios. Es una gran cantidad de estrés”.
El Dr. Gary Bloch es un médico de familia en el Hospital St. Michael de Toronto y miembro fundador de Proveedores de atención médica contra la pobreza.
Bloch y el personal de la clínica trabajan para ayudar a los pacientes, incluyendo a Cormier, a acceder a los beneficios de la asistencia social, de discapacidad, a los beneficios fiscales, así como ayudarles a entender su deuda y encontrar formas de reducir los gastos.
Bloch dice que ve regularmente pacientes en sus 20 o 30 años con problemas financieros y estresados crónicamente, diagnosticados con diabetes o enfermedades del corazón, incluyendo ciertas complicaciones. Respecto a los que cuentan con mayores ingresos, Bloch no espera que los efectos físicos aparezcan antes de 50 años de edad como mínimo.
Y explica que terminamos gastando más en los problemas de salud de las personas de bajos ingresos porque tienden a enfermarse más temprano en la vida y que sus problemas aumentan más rápidamente.
Es allí cuando el sistema de salud empieza a costar más dinero. Es allí cuando la gente comienza a ver a varios especialistas, a pasar más exámenes y a necesitar más intervenciones que las personas que están en una fase anterior a esas enfermedades.
En opinión de Bloch, la mejor manera de luchar contra el desarrollo de enfermedades crónicas entre los pobres es invirtiendo más en programas de prevención.
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