¿Sabía usted que el dolor de espalda es la principal causa de discapacidad en el mundo?
¿Sabía que estos males se deberían a un problema bípedo que resulta de la evolución? En todo caso, estas son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Simon Fraser en Columbia Británica.
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Al comparar las vértebras lumbares de 114 esqueletos humanos de la Edad Media, con los de 56 chimpancés y 27 orangutanes, investigadores de la Universidad Simon Fraser en Columbia Británica, encontraron que las vértebras humanas que tenían lesiones separecían más a las de los chimpancés que a las vértebras de los seres humanos sin lesiones.
Estas lesiones, llamadas nódulos de Schmorl, son un signo de hernia intradiscal, que hace sufrir a algunas personas.
Los investigadores, dirigidos por la antropóloga Kimberly Plomp, creen que la similitud vertebral entre algunos humanos y los chimpancés proviene de un ancestro común. Los hombres y los simios han evolucionado de forma independiente el uno del otro hace alrededor de 8 a 9 millones de años. Los hombres se han convertido en bípedos y los chimpancés se mantuvieron cuadrúpedos.
«Hemos evolucionado y cambiado nuestras vértebras, pero la evolución no es perfecta y todavía encontramos características antiguas en algunos individuos. «- Kimberly Plomp

Kimberly Plomp ha trabajado durante dos años en este estudio. Ella tomó fotos estandarizadas de las vértebras humanas y animales. Estas fotos fueron modeladas por ordenador y se analizaron para ver similitudes y diferencias.
«Hemos encontrado que la forma de las vértebras humanas era diferente entre los individuos que tenían nódulos Schmorl, una pequeña hernia que aparece en el disco de cartílago que se encuentra entre las vértebras. De hecho, las vértebras de humanos con nódulos se parecían asombrosamente a las vértebras de chimpancés. «- Kimberly Plomp.
Durante mucho tiempo, los científicos sospechaban de la existencia de un vínculo entre caminar sobre dos piernas y el dolor de espalda. Pero esta es la primera vez que se constata tal semejanza entre las vértebras de algunos seres humanos y la de los chimpancés, con los que compartimos el 98% de nuestros genes.
Nuestra conducta y nuestras actividades han cambiado, lo que podría tener un impacto en la espalda.
«Queremos observar a los fósiles para ver la evolución de las vértebras a través del tiempo y estudiar a humanos de diferentes pueblos, poblaciones de diferentes épocas, antes y después de la agricultura, el período post-industrial también, con diferentes niveles de actividad física. Queremos saber cómo la actividad humana ha afectado a las vértebras a través del tiempo, y la relación con los problemas de espalda. «- Kimberly Plomp
Los investigadores llaman a este descubrimiento la «hipótesis ancestral”. Ellos buscan la financiación necesaria para continuar su trabajo. Quieren verificar si la evolución continuó desde la Edad Media y si hay una diferencia entre la forma de las vértebras de los hombres antiguos y modernos.
Los investigadores estiman que algún día se podrá encontrar una manera de reconocer, en un hombre vivo, la presencia o ausencia de vértebras de primates para desarrollar programas de prevención, especialmente en los atletas.
Tomado del sitio de Radio Canadá en Vancouver
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