Canadá interpeló la Organización Mundial de Comercio (OMC) para reclamar la imposición de tarifas de más de tres mil millones de dólares por año a Estados Unidos, a menos que el diferendo comercial sobre el etiquetado del país de origen de ciertos productos se solucione rápidamente.
El gobierno canadiense pidió a la OMC que autorice medidas punitivas contra una decena de productos estadounidenses como la carne, el vino y el chocolate. Las tarifas serán impuestas de aquí al final del verano, a menos que el Congreso solucione las preocupaciones de Canadá y México, precisó el jueves pasado el ministro canadiense de la Agricultura, Gerry Ritz.
El Congreso reexamina actualmente la ley que se encuentra en el corazón de este conflicto y que exige que el embalaje de la carne vendida en los supermercados estadounidenses indique el país donde el ganado nació, creció y fue carneado.
Si esta ley no es modificada de aquí a varias semanas, se impondrían tarifas especiales en represalia sobre 38 productos estadounidenses que aportan ocho mil millones de dólares en exportaciones a Canadá. Las tarifas alcanzarían potencialmente la mitad de este monto. “Déjenme repetir que una revocación completa es la única opción de Estados Unidos para evitar las represalias”, declaró Ritz durante una visita en Washington. Esperemos que los estadounidenses se darán cuenta de que deben eliminar el Etiquetado del País de Origen (en francés Étiquetage indiquant le pays d’origine (EPO) o en inglés Country-of-Origin Labeling (COOL)).
¿Proteccionismo o derecho del consumidor?
Los partidarios de las reglas estadounidenses afirman que los consumidores deberían conocer la proveniencia de los alimentos que compran. Sin embargo, grupos de la industria ven en esto más bien una medida de proteccionismo solapada que complica el proceso para los estadounidenses que importan las carnes del extranjero y aumenta los costos de la exportación. Estos grupos también argumentaron que una medida como ésta es ilegal, en virtud del derecho internacional. La OMC se puso de parte de Canadá y México en varias ocasiones en el marco de este diferendo.
Estados Unidos debe ahora apurarse para evitar el aumento de las tarifas. El Congreso comenzó a estudiar un proyecto de ley que revocaría las reglas relacionadas con el etiquetado. El mismo debería fácilmente obtener el aval de la Cámara de Representantes, pero la aprobación será más difícil por parte del Senado. Ritz previno al Senado para que no intente diluir la ley con otras exigencias de etiquetado, lo cual no satisfará ni a México, ni a Canadá.
Canadá atribuye al Etiquetado del País de Origen los problemas de la exportación de la carne, que efectivamente ha disminuido durante años; sin embrago, las exportaciones conocieron un alza importante en 2014, a pesar de la existencia del etiquetado.
Las exportaciones de carne canadienses aumentaron en un contexto de baja del valor del dólar canadiense. Éstas pasaron de tres mil 860 millones de dólares estadounidenses, en 2013, a cerca de 5 mil millones de dólares estadounidenses, en 2014.
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