Cada vez más quebequenses dan a luz bajo los efectos de la hipnosis. Lejos de generar los efectos alocados de los espectáculos de hipnosis como los de Messmer, un artista de la hipnosis de Quebec, este estado de profunda relajación permite a ciertas mujeres poder atravesar el momento de dar a luz casi sin dolor.
Ese fue el caso de Marie-Mélie Pépin, madre de dos niños. “Como el primer parto salió bien, nos dijimos que por qué no tratábamos otra alternativa más suave que la de pujar y pujar”.
Su esposo, inicialmente un poco escéptico, tuvo que admitir que el método parecía dar sus frutos. “De vez en cuando, entre las contracciones, ella dormía. Fue divertido, estaba relajada”, cuenta Guillaume Marchand, quien vio a su compañera dar a luz en un ambiente calmado, sin epidural.
Cada vez más “asistentes al parto”, ayudantes sin titulación oficial que proporcionan apoyo físico y emocional a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto, enseñan a las madres a dar a luz bajo los efectos de la hipnosis. Incluso, existen formaciones de auto hipnosis en CD. Se trata de un método natural reconocido por el Colegio de Médicos de Quebec y que muchos recomiendan a sus pacientes.
“Si el anestesista está ocupado con la cesárea de una paciente que está sangrando, es posible que no podamos contar con él en un par de horas”, explica la doctora Julie Choquet. “Entonces, incluso para las mujeres que quieren una epidural, es interesante poder utilizar los métodos alternativos durante una parte del parto”.
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