El gobierno de Manitoba se disculpó oficialmente ante las familias indígenas, por la adopción y relocalización compulsivas de niños de las Primeras Naciones en esa provincia.
Greg Selinger dijo que pedía disculpas en nombre de toda la provincia, en una alocución ante representantes de las familias que resultaron afectadas. El mandatario sostuvo que esa práctica dejó cicatrices intergeneracionales y que también implicó una enorme pérdida cultural. También pidió al resto de los canadienses que se sumen al reconocimiento de la injusticia cometida.
Entre las décadas de 1960 y 1980, cerca de 20.000 niños indígenas fueros separados de sus padres y entregados en adopción a familias blancas. En consecuencia, muchos perdieron vínculos con su lengua y su cultura, además de quedar incomunicados con sus familias biológicas.
El titular de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, el juez Murray Sinclair, que recientemente se pronunció sobre casos de abuso de menores indígenas en internados religiosos en Quebec, felicitó el gesto. De todos modos, reiteró que las declaraciones si acciones concretas no tienen sentido.
Integrantes de los grupos afectados también reconocieron la actitud de las autoridades de Manitoba, pero reclamaron que se lleven a cabo políticas concretas para revertir el daño producido.
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